Un clásico
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carolina13
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Incidencias
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Acerca de:Restaurante Casa Garrido [Soria]
Ventajas:Todo muy rico
Desventajas:No haber podido probar más cosas
El Restaurante Casa Garrido está al lado del mercado municipal de Soria y muy cerca de atracciones turísticas como el museo Numantino o la Alameda de Cervantes.
Yo sólo he estado comiendo un pincho al mediodía y me dio muy buena impresión. Pedimos un pincho de tortilla y picadillo soriano. Eso, con un café y cocacola no llegó a 10 euros y la ración de picadillo era generosa y muy bien cocinada. Te ponen un cesto de pan y no te lo cobran, cosa que últimamente no me sucedía, lo que es de agradecer pues no hay cosa que me de mas rabia que me pongan algo sin pedirlo y después me lo cobren.
El aspecto del local es como el de una tasca clásica, un poco como bar de pueblo pero en grande y más higiénico, pero la barra se ve como los típicos bares de pueblo con las raciones expuestas en vitrinas. A diferencia de la imagen que tengo de éstos, las raciones se veían frescas y es que parece que el genero se mueve bastante en el local pues había mucha clientela picando y bebiendo.
El comedor del restaurante está en la planta superior y tiene capacidad para 50 personas. Yo no subí a verlo, me quedé en la planta baja, que tiene una capacidad similar.
La decoración es muy al estilo tasca, a juego con la barra metálica con vitrinas. Limpio pero un poco anticuado, aunque pega perfectamente con los platos ofertados.
Lo dicho, como restaurante no puedo opinar, pero como bar me ha parecido correcto y la comida muy sabrosa. Quizá la atención al cliente merezca un toque de atención y es que el camarero me pareció un poco seco, pero por lo poco que he podido conocer de Soria debe de ser un rasgo del carácter soriano. El hombre era muy educado y muy eficaz, pero no un derroche de simpatía. No es algo malo, yo tampoco soy la alegría de la huerta, pero de vacaciones siempre te apetece ver caras más sonrientes. En su descargo diré que yo trabajo de cara al público y prefiero ser eficaz que simpática y su servicio fue impecable, aunque una sonrisa le hubiera hecho subir enteros.
Yo sólo he estado comiendo un pincho al mediodía y me dio muy buena impresión. Pedimos un pincho de tortilla y picadillo soriano. Eso, con un café y cocacola no llegó a 10 euros y la ración de picadillo era generosa y muy bien cocinada. Te ponen un cesto de pan y no te lo cobran, cosa que últimamente no me sucedía, lo que es de agradecer pues no hay cosa que me de mas rabia que me pongan algo sin pedirlo y después me lo cobren.
El aspecto del local es como el de una tasca clásica, un poco como bar de pueblo pero en grande y más higiénico, pero la barra se ve como los típicos bares de pueblo con las raciones expuestas en vitrinas. A diferencia de la imagen que tengo de éstos, las raciones se veían frescas y es que parece que el genero se mueve bastante en el local pues había mucha clientela picando y bebiendo.
El comedor del restaurante está en la planta superior y tiene capacidad para 50 personas. Yo no subí a verlo, me quedé en la planta baja, que tiene una capacidad similar.
La decoración es muy al estilo tasca, a juego con la barra metálica con vitrinas. Limpio pero un poco anticuado, aunque pega perfectamente con los platos ofertados.
Lo dicho, como restaurante no puedo opinar, pero como bar me ha parecido correcto y la comida muy sabrosa. Quizá la atención al cliente merezca un toque de atención y es que el camarero me pareció un poco seco, pero por lo poco que he podido conocer de Soria debe de ser un rasgo del carácter soriano. El hombre era muy educado y muy eficaz, pero no un derroche de simpatía. No es algo malo, yo tampoco soy la alegría de la huerta, pero de vacaciones siempre te apetece ver caras más sonrientes. En su descargo diré que yo trabajo de cara al público y prefiero ser eficaz que simpática y su servicio fue impecable, aunque una sonrisa le hubiera hecho subir enteros.
Fecha:21:20:48 20/06/16
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Votos:no disponible.
Categorías:Viajes
Etiquetas:restaurantes, gastronomía, bares, Soria, Castilla
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