Hotel Wolcott: lujo pasado de moda en Nueva York
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Scarlett2000
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Incidencias
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Acerca de:Hotel Wolcott [Nueva York]
Ventajas:dichas
Desventajas:dichas
El Hotel Wolcott es un hotel que tiene un pasado glorioso y un presente chirriante. Te gusta cuando entras y ves tanto decorado dorado, pero, una vez en las habitaciones como que no te convencen.
A nosotros nos cambiaron de habitación porque teníamos al lado a unos vecinos ruidosos que discutían más que en la guerra. No podía dormir y yo necesito dormir para ser una persona. Nos dieron una habitación casi idéntica: mucha moqueta, una cama que había conocido mejores tiempos, un escritorio más viejo que los muebles de un anticuario y un televisor mejorable dentro de un armario que me recordó mucho a uno que tenía mi abuela cuando yo era una niña. Un desastre.
Yo me quejaba de la decoración de la habitación y mi marido temblaba pensando lo que había pagado. Sólo por lo que había gastado mi santo en reserva y demás, me aguanté con mis dos hijas en aquella habitación que una camarera poco amable intentaba limpiar a mi gusto.
No os recomiendo este hotel. Si quieres ver su hall chic y descomunal, no hace falta que pagues. Entras, lo miras y te vas. Es lo que hacen muchos turistas. Mi marido dice que no vale para ser un mirón. Yo lo que no valgo es para estar en una habitación que parece de una casa del siglo pasado venida a menos. Nos habían dicho que en este hotel había habitaciones para todos los bolsillos y de distintos tamaños. Las que me enseñaron eran casi idénticas. Eso sí contaban con un buen aire acondicionado. Era cono si soplara un vendaval a todo trapo. tuvimos que llamar para que lo pusieran en el mínimo. Me volaban las ideas con tanto aire.
Es una pena que las habitaciones no estén a la altura del hall de la entrada. Este hotel necesita una reforma a gritos. No sé a qué esperan para hacérsela. Lo mejor del hotel es que tiene un mostrador donde puedes adquirir entradas para los famosos espectáculos de teatro de Broadway. Eso sí, son entradas carísimas. Nosotros fuimos a ver una obra de teatro de las más baratas.
A nosotros nos cambiaron de habitación porque teníamos al lado a unos vecinos ruidosos que discutían más que en la guerra. No podía dormir y yo necesito dormir para ser una persona. Nos dieron una habitación casi idéntica: mucha moqueta, una cama que había conocido mejores tiempos, un escritorio más viejo que los muebles de un anticuario y un televisor mejorable dentro de un armario que me recordó mucho a uno que tenía mi abuela cuando yo era una niña. Un desastre.
Yo me quejaba de la decoración de la habitación y mi marido temblaba pensando lo que había pagado. Sólo por lo que había gastado mi santo en reserva y demás, me aguanté con mis dos hijas en aquella habitación que una camarera poco amable intentaba limpiar a mi gusto.
No os recomiendo este hotel. Si quieres ver su hall chic y descomunal, no hace falta que pagues. Entras, lo miras y te vas. Es lo que hacen muchos turistas. Mi marido dice que no vale para ser un mirón. Yo lo que no valgo es para estar en una habitación que parece de una casa del siglo pasado venida a menos. Nos habían dicho que en este hotel había habitaciones para todos los bolsillos y de distintos tamaños. Las que me enseñaron eran casi idénticas. Eso sí contaban con un buen aire acondicionado. Era cono si soplara un vendaval a todo trapo. tuvimos que llamar para que lo pusieran en el mínimo. Me volaban las ideas con tanto aire.
Es una pena que las habitaciones no estén a la altura del hall de la entrada. Este hotel necesita una reforma a gritos. No sé a qué esperan para hacérsela. Lo mejor del hotel es que tiene un mostrador donde puedes adquirir entradas para los famosos espectáculos de teatro de Broadway. Eso sí, son entradas carísimas. Nosotros fuimos a ver una obra de teatro de las más baratas.
Fecha:09:58:41 27/12/17
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Votos:no disponible.
Categorías:Viajes
Etiquetas:hoteles, alojamiento, EEUU, NY, Norteamérica
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