Hotel Rosso Di Sera: una casa llamada hotel
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Cleo5
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Incidencias
Si hay algún problema, no dudes en decírnoslo:
Acerca de:Hotel Rosso Di Sera [Pietramelara]
Ventajas:dichas
Desventajas:dichas
Hay nombres que dan pie a errores. Fue lo que nos pasó a nosotros cuando hicimos una reserva en el Hotel Rosso Di Sera. Queríamos pasar unas vacaciones en familia en el campo italiano y acabamos pasando unos días en una casa rural bastante cutre. Me sentí como en la casa de mi tía la del pueblo. Aquello había que verlo.
La decoración de la casa es de señora pasada de moda por dentro y por fuera. Con deciros que las puertas de un salón común que había con mesa camilla y todo tenían unas cortinitas tapando los cristales, os lo cuento casi todo.
La habitación de mis hijas era para no perdérsela. las paredes estaban pintadas de un color naranja que me daba dolor de cabeza, las camas gemelas tenían unas colchas estridentes y al lado había una silla que parecía pensada para que yo me sentara de noche cuidando los dulces sueños de las crías.
Nuestra habitación no era mejor. Colcha de casa de abuela, cama de moda antigua y sobre nuestras cabezas había un gran cuadro que recreaba las ruinas de algún sitio de Roma. A mí me parecían ruinas griegas, pero mi chico decía que eran ruinas romanas. Tendría razón porque sabe mucho de Arte.
Encima no nos quedaba este alojamiento nada cerca del aeropuerto. El Capodichino Airport está a unos 44 kilómetros del hotel. Menos mal que teníamos un coche alquilado y no nos cobraron el parking en esta casa rural que llaman hotel.
No os recomiendo ni os dejo de recomendar este alojamiento en Pietramelara, Italia. Hay alojamientos mejores en la zona. De hecho, nosotros acabamos cambiando porque a mí aquella casa me ponía de los nervios, sobre todo cuando iba al cuarto de baño y me encontraba unos azulejos que parecían haber resucitado de una escombrera y unos sanitarios más viejos que María Castaña. Mejoraría mucho esta casa rural si le hicieran una reforma. Ah... ¡y el jardín! Aquello no era un jardín sino una huerta.
La decoración de la casa es de señora pasada de moda por dentro y por fuera. Con deciros que las puertas de un salón común que había con mesa camilla y todo tenían unas cortinitas tapando los cristales, os lo cuento casi todo.
La habitación de mis hijas era para no perdérsela. las paredes estaban pintadas de un color naranja que me daba dolor de cabeza, las camas gemelas tenían unas colchas estridentes y al lado había una silla que parecía pensada para que yo me sentara de noche cuidando los dulces sueños de las crías.
Nuestra habitación no era mejor. Colcha de casa de abuela, cama de moda antigua y sobre nuestras cabezas había un gran cuadro que recreaba las ruinas de algún sitio de Roma. A mí me parecían ruinas griegas, pero mi chico decía que eran ruinas romanas. Tendría razón porque sabe mucho de Arte.
Encima no nos quedaba este alojamiento nada cerca del aeropuerto. El Capodichino Airport está a unos 44 kilómetros del hotel. Menos mal que teníamos un coche alquilado y no nos cobraron el parking en esta casa rural que llaman hotel.
No os recomiendo ni os dejo de recomendar este alojamiento en Pietramelara, Italia. Hay alojamientos mejores en la zona. De hecho, nosotros acabamos cambiando porque a mí aquella casa me ponía de los nervios, sobre todo cuando iba al cuarto de baño y me encontraba unos azulejos que parecían haber resucitado de una escombrera y unos sanitarios más viejos que María Castaña. Mejoraría mucho esta casa rural si le hicieran una reforma. Ah... ¡y el jardín! Aquello no era un jardín sino una huerta.
Fecha:08:26:50 17/01/18
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Votos:no disponible.
Categorías:Viajes
Etiquetas:hoteles, Italia, alojamiento, ruales, Pietramelara
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