El ratón no es tan ergonómico como otros de los que hemos disfrutado, posiblemente porque se trata de un ratón diseñado para ser utilizado con cualquiera de las dos manos y que para mi gusto, no posee un diseño particularmente bonito, aunque existen diversos colores con lo que esta apreciación variará según vuestro gusto, aunque el nuestro es negro y es bastante discreto.
No obstante lo anterior, el ratón es cómodo y agradable al tacto, a lo que en buena medida contribuye la calidad de los plásticos empleados en su elaboración, que le confieren una sensación de durabilidad, que hasta ahora podemos corroborar los buenos augurios que en nosotros provocaba.
Gracia me hace lo de Microsoft con este ratón y su tecnología Bluetrack, que queda muy bien en la caja como reclamo publicitario, pues ésta cacareada tecnología no consiste en otra cosa más que en la combinación de la óptica de y el láser, ni más ni menos que lo mismo que la mayoría de los ratones ópticos que podemos encontrar en el mercado, eso sí, de cierta calidad.
Lo que si es novedoso, o al menos lo es así para mí, es su receptor de quita y pon, llamado “Plug and go”, pues éste es extraíble, aunque no sé muy bien con que intenciones y por mucho que me rasco la mollera no le consigo encontrar una utilidad, excepto la de un posible reemplazo por mal funcionamiento.
En cuanto a su autonomía sin recargar la batería, sí que es bastante buena, aunque discrepe en los supuestos 8 meses que dura, pues ello dependerá sólo de que lo tengamos conectado (on/off), sino del uso efectivo que le demos, con lo que su durabilidad es bastante más baja que la indicada, con lo que su única pila alcalina, puedo asegurar que me duro poco más de cinco meses.
Lo peor de este ratón sin ninguna duda es su precio, que me parece bastante mejorable, y que yo tuve la suerte de ver reducido casi a la mitad al proceder de un distribuidor, pero que en vuestro caso os será difícil encontrarlo por menos de 20 euros.