El Milka, Erdbeer es una tableta de chocolate rellena con crema de yogur pasteurizado de fresa.
Pesa 300 gramos, es más grande que las tabletas normales y también aporta más kilocalorías por cada 100 gramos. En concreto son 560 las kilocalorías que nos aporta. Una barbaridad.
Su sabor es rico si no abusas. Si lo tomas todos los días, acabas aburriéndolo. Eso le pasó a mi hija. Lo tomaba siempre en la merienda en la casa de mi suegra y ahora prefiere el chcolate sin rellenos.
Me recuerda, en cuanto a sabor, los helados de fresa. El sabor a fresa se impone sobre el sabor a chocolate con leche.
Me gusta el envase porque trae un abrefácil que cierra muy bien y mantiene el producto en perfectas condiciones. En verano, necesita que lo guardes en la nevera para no derretirse.
Lo que me gusta menos es el papel del envoltorio. Demasiado clásico. Con un papel que tuviera otro diseño seguro que los niños se sentían más atraídos por la tableta.
Su precio es de 2,95 euros. Un precio similar al de otros chocolates de marca rellenos.