Se presentan en una caja que recoge algunas de sus principales característica y en el interior descubrimos 6 velas protegidas por un separador de cartón, las medidas de las velas son de 50x45mm, con un diámetro de 160mm y bastante ligeras.
Al cogerlas notamos que vienen protegidas por un protector de plástico, al quitarlo vemos que son de plástico blanco, aunque su acabado simula por completo el tacto de la cera. Su parte superior es ondulada, imitando también el consumo de la cera cuando se va deshaciendo por la llama. Al estar apagada vemos que tiene un tono blanco mate, mientras en su interior los LEDs al encenderse la convierten en una luz cálida, amarillenta (muy similar a la auténtica) y oscilante, con un efecto brillante.
En la base de cada una de las velas podemos ver un pequeño interruptor de color negro, on/off y la tapa de la pila, que puedes cambiar sin problemas, abriendo la tapa circular con pestaña que viene debajo. Todas las pilas vienen incorporadas con un protector, que tienes que quitar para que comiencen a funcionar.
Incorporan un sensor de aire, de forma que oscilan y se apagan cuando las soplamos, como haría una vela de verdad, y si las volvemos a soplar se encienden. Es un efecto curioso y divertido.
Personalmente creo que este juego de velas sorprende por lo bien conseguidas estéticamente que están, con un efecto y una iluminación muy similar a las auténticas, de forma que consiguen dar un toque romántico a cualquier rincón de la casa, o rodeando un espacio de tu bañera mientras te das un baño relajante de burbujas o incluso toque distinto en tu mesa para la cena. Cambiando por completo, al verlas de día o de noche. Realmente ¡son bonitas! Si te gusta el efecto de las velas, te encantaran.
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