Mi experiencia en el Hotel Rural Casa Rodil, ubicado en Santa Eulalia de Oscos, Asturias, ha sido simplemente maravillosa. Desde el momento en que llegamos, nos sentimos acogidos por la calidez y la belleza de este encantador alojamiento rural.
Habíamos elegido Casa Rodil por recomendación de unos amigos nuestros, clientes habituales. Fue un acierto. Nuestro fin de semana romántico estuvo lleno de tranquilidad.
La habitación en la que nos alojamos era amplia, luminosa y decorada con un estilo rústico y acogedor que nos hizo sentir como en casa. La cama era cómoda y contaba con sábanas suaves y limpias que garantizaban una noche de descanso reparador. El baño privado estaba impecable y equipado con todas las comodidades necesarias.
Las zonas comunes del hotel eran igualmente encantadoras. El salón principal, con su chimenea de piedra y sus cómodos sofás, era el lugar perfecto para relajarse y disfrutar de un buen libro o una agradable conversación. La sala de desayunos ofrecía un ambiente acogedor y luminoso donde pudimos disfrutar de un delicioso desayuno casero cada mañana.
Me sentí como en la casa de una abuela. Toda la comida era sana, empezando por el desayuno. No vi ni un solo bollo de bollería industrial. ¡Y el pan era casero! Hacía un montón de tiempo que no desayunaba tan bien.
El jardín del hotel era un verdadero oasis de paz y tranquilidad. Rodeado de árboles frondosos y flores coloridas, era el lugar ideal para desconectar y disfrutar de la naturaleza. Pasamos varias tardes relajándonos en las tumbonas bajo el sol asturiano, respirando el aire fresco y escuchando el canto de los pájaros.
Entre las cinco ventajas más importantes del Hotel Rural Casa Rodil destacaría su ubicación privilegiada en plena naturaleza asturiana, lo cual permite disfrutar de paisajes impresionantes y realizar actividades al aire libre como senderismo o paseos en bicicleta. Además, la atención personalizada y amable de todo el personal del hotel nos hizo sentir como en familia desde el primer momento.
Otra ventaja destacable fue la exquisita gastronomía que pudimos disfrutar durante nuestra estancia. Los platos elaborados con productos locales frescos y de alta calidad nos permitieron degustar la auténtica cocina asturiana en todo su esplendor. Además, la posibilidad de probar sidra asturiana artesanal fue un verdadero placer para nuestro paladar.
La tranquilidad y la paz que se respiraba en el hotel eran otro punto a favor. El ambiente relajado y sereno nos permitió desconectar por completo del estrés diario y recargar energías durante nuestra estancia. Por último, la limpieza impecable de todas las instalaciones del hotel contribuyó a hacer nuestra experiencia aún más placentera.
Sin embargo, uno de los inconvenientes que encontramos durante nuestra estancia fue la falta de variedad en las opciones del menú para cenar. Aunque los platos eran deliciosos, hubiéramos agradecido contar con una mayor diversidad para elegir cada noche.
El Hotel Rural Casa Rodil se encuentra a aproximadamente 150 kilómetros de Oviedo, lo cual lo convierte en un destino perfecto para aquellos que buscan alejarse del bullicio de la ciudad y sumergirse en la tranquilidad de la naturaleza asturiana.
En las proximidades del hotel, encontramos tres sitios de interés que merecen ser visitados. El Monasterio de Santa María Real de Obona, una joya arquitectónica declarada Monumento Nacional; el Parque Natural Fuentes del Narcea, Degaña e Ibias, un espacio natural protegido ideal para realizar rutas senderistas; y el Museo Etnográfico Casa Florencio, donde se puede conocer más sobre la historia y tradiciones de la zona.
En definitiva, mi estancia en el Hotel Rural Casa Rodil fue una experiencia inolvidable que recomendaría sin dudarlo a todos aquellos que buscan un lugar tranquilo, acogedor y lleno de encanto en plena naturaleza asturiana. Sin duda, volveremos pronto para seguir explorando esta maravillosa región y disfrutar nuevamente de la hospitalidad excepcional que nos brindaron en este precioso hotel rural.