Isabel de Valois, el gran amor de Felipe II

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bejarana76
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Acerca de:El Diamante de la Reina: El Amor Francés de Felipe II [Mari Pau Dominguez]
Ventajas:Todo
Desventajas:Para mí ninguna
El diamante de la reina es la primera novela histórica que Mari Pau Domínguez escribió, esta mujer nación en Sabadell en el año 1963, sus primeros pasos como periodista los dio en el Periódico de Catalunya y después en el Diario 16. Con 21 años comenzó a trabajar en Televisión Española como reportera y redactora, pero tres años después estuvo trabajando con Jesús Hermida en el primer programa que se hacía matinal que se llamaba Por la mañana. Después también presentó el telediario y aparte de televisión también hizo radio.

El libro que yo tengo es la edición de bolsillo y me valió 11 euros, después está el libro de tapa dura que vale 22 euros, once más que la edición de bolsillo, es una diferencia que se nota mucho en los bolsillos y a mí me hace igual una que otra y la verdad es que a mí me gusta más la edición de bolsillo, eso luego ya está en cada uno, no todos tenemos los mismos gustos.
Después he de decir que el libro tiene 444 páginas, y el cual está dividido en 5 partes.

El libro primero comienza con la muerte de Isabel de Valois, una agonía que describe muy bien la autora y que se encoge el corazón según se va leyendo y en el que hace que se eche una lagrimita, a Isabel poco le importaba la muerte, solo la dolía irse de este mundo por sus dos hijas, que la mayor Isabel Clara Eugenia tenía dos añitos y la pequeña, Catalina Micaela iba a hacer 1 año el 6 de octubre de 1568, ella tenía la esperanza de por lo menos ver cumplir el año a su pequeña antes de dar su último suspiro pero no fue así porque 3 días antes dejó este mundo, con solo 22 años de edad.
El motivo de su muerte fue un parto prematuro del que nadie sabía nada, ningún médico sabía lo que la pasaba pero nació otra niña de 5 meses solamente de gestación, que tampoco se salvó y murieron las dos.

Después de este mal sabor de boca que deja el principio del libro, nos empieza a relatar los 9 años de reinado de Isabel de Valois como reina de España.
Esta niña de tan solo 13 años fue entregada por sus padres al rey más fuerte del mundo, nada más y nada menos que a Felipe II, como que su madre Catalina de Médicis, reina de Francia, estaba loca porque su hija iba a ser reina de España, pero su padre el rey Enrique II no estaba tan alegre como su esposa, porque para él se le iba una personita muy importante de su vida, pero el 22 de junio de 1559, Isabel se casa en la Catedral de Notre Dame por poderes con el Duque de Alba, Fernando Álvarez de Toledo.
En un principio Isabel de Valois estaba destinada para el príncipe Carlos, hijo de su ya esposo, e incluso lo veía más normal porque era de su edad y no su padre que la sacaba 20 años, en el retrato que la mandaron no parecía que el muchacho estuviera mal e incluso la gustaba un poco.

A los tres días de su boda, llega la desgracia de la muerte de Enrique II, todo por celebrar la boda de su hija y en un torneo contra el Conde de Montgomery, con la mala suerte de que la lanza de este al chocar con el escudo del rey esta se parte en dos y fue a dar al ojo de este, no se pudo hacer nada y murió.
Llegó la hora de la partida hacia Guadalajara donde la estaba esperando Felipe II, junto a ella se lleva a un montón de gente de la corte y también se llevó a su prima Anna de Bourbon-Montpensier, que era una de las cuatro damas que se llevaba.
Fue un viaje largo hasta que llegaron a Guadalajara pero por fin pudo descansar tranquila cuando llegó al Alcázar de Toledo.
El 12 de febrero de 1560 por fin llega el día en que se puede realizar la boda junto a Felipe II en el Palacio del Infantado de Guadalajara.
Al día siguiente, en el desayuno, Isabel conoció a Juan de Nápoles, un chico de 19 años y ayudante del guardajoyas, que al día siguiente mandó llamar sin ningún pudor y le puso la tarea de que se preocupara de El Estanque, el diamante que días antes la había regalado el monarca y este aceptó.

A partir de aquí Isabel de Valois tiene que procurar hacer feliz a su esposo trayendo al mundo un heredero para la corona española pero de momento no tuvo ni noche de bodas porque aún no tenía la regla y Felipe II decidió que hasta no la bajara no haría nada con ella, que la respetaría y así fue.
No entiendo como en aquella época las casaban tan jóvenes, unas niñas en edad de todavía jugar, pero en este caso tuvo que aprender a ser antes reina que mujer.
La reina Isabel no aguantaba Toledo, no la gustaba la ciudad, ella la veía oscura y triste, así que pidió a su esposo que se fueran de allí y encima para colmo su prima Anna Montpensier la metía los cachorros en la cabeza de que si seguía en Toledo mucho tiempo no la iba a bajar la regla.
Viendo que su esposa no lo estaba pasando bien en Toledo, el monarca decide emprender un viaje a Madrid pero antes este echó de la corte a la prima de Isabel y a otra dama, las devolvió a Francia porque eran las dos que no hacía más que revolucionar a las otras damas y las que no dejaban de meter ideas nefastas a la reina en la cabeza.

Llegan a Madrid y después de dos años esperándolo, Isabel tuvo su primera regla y a partir de aquí empiezan los problemas.
Ella no quería nada con el rey y de hecho sus relaciones no eran placenteras y eran muy dolorosas, tanto que hasta el monarca tuvo que dejarlo una noche por imposible pero él enfurecido tuvo que meterse en la cama de su amante, la dama mayor de su hermana Juana de Austria.
Sabiendo que el monarca estaba saciando su cólera con otra mujer Isabel se monta otra sabiendo que la estaba siendo infiel y eso ella no lo soportaba, se volvía loca de celos, pero ella también tenía a su amante, a Juan de Nápoles.

Isabel simplemente tenía un cariño al monarca pero para nada le quería, yo creo que su gran amor fue el ayudante de guardajoyas Juan de Nápoles, por él bebía los vientos y era capaz de cualquier cosa, sin embargo para Felipe II, estaba loco por ella era su gran amor, jamás nunca se había portado así con sus dos anteriores mujeres, pero eso no quitaba que tuviera sus amantes de turno, con Isabel solo tenía sexo para concebir a un heredero, aunque ya tenía a su hijo Carlos pero no se fiaba nada de él ya que este era un gran tarado, no estaba muy bien de la cabeza y menos desde que tuvo un accidente en la universidad al ir persiguiendo a la hija del conserje para meterla mano, con la mala suerte que se cayó por las escaleras y el mayor golpe se lo dio en la cabeza, estuvo a punto de morir pero se salvó. En ese momento el monarca temía más por quedarse sin heredero que por perder al hijo, como de momento no tenía otro, tendría que ser este muy a su pesar, así que no podía morir.
El Príncipe Carlos fue la gran decepción de Isabel, cuando le vio se quedó helada, no tenía que ver nada con el chico del retrato.
En un principio sentía asco por él pero después sintió pena porque era digno de ella y eso que no dejaba de declararla su amor a cada momento.
Era un ser despreciable que por el simple hecho de ser el príncipe se pensaba que tenía derecho a meterse con la servidumbre e incluso desnudar a una sirvienta delante de los demás, o hacer hervir al zapatero unos zapatos y hacérselos comer porque no le estaban bien, a su padre todo esto no le gustaba, hasta que llegó el día que quería traicionar a su padre y este le cerró en su habitación sin luz ni nada de nada, simplemente la habrían para llevarle la comida que él se negaba a comer.

La historia de Isabel de Valois es corta pero intensa, lo que no entendía de ella es que cuando su marido estaba con otras mujeres ella tuviera celos cuando en realidad no lo quería, ella se saciaba y disfrutaba con Juan de Nápoles, quizás era por orgullo o que solo quería ser del monarca.
Hay muchas cosas curiosas que he encontrado sobre ella y su vida, una de ellas es que no podía repetir vestido y cada día llevaba uno, cuando se lo ponía y terminaba el día se lo daba a las demás damas para que ellas los disfrutaran, era una mujer muy liberal para aquellos tiempos, incluso se montaba timbas junto a su cuñado Juan de Austria, la princesa de Éboli, y el príncipe Carlos y siempre ganaba ella, al principio pensaban que los otros la dejaba ganar pero luego se dieron cuenta de que no porque era mucho el dinero que allí se jugaba.
Ella se sentía presionada por no dar un heredero a la corona y pensaba que el pueblo no se lo iba a perdonar nunca.

Es un libro que me ha gustado muchísimo, quizás me hubiera tenido que leer este antes que La casa de los siete pecados ya que yo pienso que es la segunda parte de esta, pero bueno, a mí me ha gustado igualmente las dos, solo me queda recomendar a este libro sobre todo a quien le guste la historia y sea amante de ella.
Yo no soy monárquica pero sí que siento curiosidad por la historia, lo que en aquellos años se pensaba y sobre todo como se actuaba, pero también he de decir que siento un gran imán por el monarca Felipe II, me parece que era una persona muy especial al que me gustaría saber más cosas de él.
Fecha:07:56:08 03/06/10
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Categorías:Ocio y cultura