De los Smint Kiss 3 me quedo con el de sandía, piña y melón porque su sabor se mantiene durante más tiempo que el de menta o el de fresa, manzana y frambuesa.
Son compuestos por tres capas, una de cada sabor. Al mascarlos, los tres sabores se mezclan en tu boca obteniendo así un nuevo sabor producto de la combinación de los tres.
Es un sabor que se hace notar por su intensidad. Sabe mucho a melón y se dejan notar bastante la piña y la sandía. Me parece un sabor original.
Yo los compro mucho para mis vuelos. Me calma los nervios mascar chicle mientras trabajo, sobre todo cuando toca aguantar a algún pasajero pesado. Es un chicle grande, que dura y dura sin perder su sabor inicial.
El chicle está a la altura del anuncio que le hacen en la tele. El olor se transmite cuando besas a tu pareja. Es un olor a los componentes del chicle que notas hasta cuando lo tiras.
Se comercializa en packs de 12 unidades o de 14 unidades. Son paquetes vistosos que sueles encontrar donde las cajeras en los supermercados. El envase es perfecto para la compra por impulso. Lo ves y lo quieres.
Los chicles se conservan bien. No importa que haga calor ni que lleves el envase abierto y se te esparzan por el bolso porque van envueltos de manera individual en papeles de color verde que evitan su deterioro.
Otra ventaja es que no llevan azúcar en su composición. Puedes mascar chicle horas y horas sin temer por tu salud bucal.
La única desventaja que le encuentro es su precio. Pagar 1,50 euros por el paquetito me parece bastante.