Kill paff es de antimosquitos de enchufar, de los que se cargan con el recambio y van dosificando el producto.
Tiene dos velocidades, dependiendo de como sean los mosquitos de resistentes pondremos una velocidad o la otra.
Este es un producto que funciona, aunque sólo a medias y es que al principio de la temporada de los mosquitos (ahora, cuando llega el verano) el producto funciona al 100%, pero a medida que pasa el tiempo, parece como si los mosquitos se fueran haciendo resistentes al veneno y al final no sirve para nada, aunque probé subiendo el difusor al máximo pero nada, los mosquitos seguían allí, zumbando aunque me despertaba con muchos menos picotazos, así que algo hace.
Aún así es mejor que el incómodo y empalagoso insecticida en spray, aunque al final los acabo combinando, pero por lo menos alguna noche consigo pasar sin despertarme y tener que flisflear la habitación gracias al kill paff.
Lo peor de este antimosquitos es que siempre me mancho las manos cuando pongo el recmabio, ya que es un frasco abierto y una es muy torpe, pero es que además se queda algo en el dosificador y con eso es con lo que me mancho.
No lo recomiendo porque aún siendo cómodo, deja de ser eficaz enseguida y con lo que cuesta te compras un montón de sprays de marca blanca que son más efectivos.