Cuando los americanos se ponen patrióticos no hay quien les gane y les gusta mucho mostrar que nadie sale bien parado si se meten con los iconos de su gran nación.
En este caso la amenaza es directa al presidente en su propio avión, pero es presidente siempre es más listo que nadie y suele salvar la situación.
La peli es una autentica fantasmada pero si conseguimos pasar por alto que un hombre solo vence a un equipo táctico muy bien organizado, no está tan mal.
La verdad es que es del estilo la jungla de cristal pero en un avión, con lo que no hay tanta destrucción, pero la idea es la misma. En este caso el héroe es Harrison Ford, que interpreta al todopoderoso presidente de los Estados Unidos y que es un hombre curtido en todo lo necesario para librarse de un ataque terrorista en toda regla.
Los escenarios son muy limitados. Quizás por eso la peli se me hizo larga. La trama parece no avanzar y dar continuas vueltas hasta cumplir el tiempo necesario para que la peli tenga un tiempo decente, pero a mi me sobró la mitad pues ya se sabe el final. No deja de ser una americanada patriótica.
Respecto al elenco actoral, tenemos a Harrison Ford, Gay Oldman y Glenn Close, es decir, palabras mayores pero ni con esas consiguieron despertar mi interés y es que todos parecen esforzarse demasiado en reproducir los rasgos típicos de los héroes o los villanos. No aportan nada de su personalidad a sus personajes.
En resumen, que es una peli que pasó por mi vida sin pena ni gloria. Para una tarde medio dormitando en el sofá quizá, pero no es mucho mejor que la típica película de sobremesa. Lo único que los actores son conocidos, que si no..