Algunas veces vamos al DF bar en Madrid porque hacen unas tortas, una especie de bocadillos picantes, que le encantan a mi cuñada. No son las tortas una comida que me guste, pero en este restaurante siempre encuentras algún plato más de tu gusto aunque la cocina mexicana no sea tu favorita.
Más que un restaurante es un bar con gran cantidad de bocadillos. El olor a fritanga que tiene no invita mucho a entrar. Mucho te tiene que gustar la gastronomía mexicana para hacerte clienta fiel de este local.
Los precios de este restaurante son muy razonables. Por unos diez euros cenas. La última vez que estuve con mi cuñada por ahí nos salió. Pedimos nachos con queso, guacamotea, cochinita pibil y una salsa de tomate habanero que estaba más picante que una salina.
El DF Bar es un local muy recomendable para la gente a la que le guste la comida picante. No es mi caso. Por eso las abundantes raciones que sirven siempre me sobran. Como como mucho la mitad.
Lo que más me gusta de este bar es lo rápido que atienden. No tienes que estar esperando horas.
El local es pequeño. No te llama la atención nada la fachada. Si no lo conoces, puedes pasar de largo tranquilamente porque no es un bar que invite a entrar. Las mesas son demasiado bajas para mi gusto. Cuando viene mi marido no le caben las piernas. ¿Y qué decir de los taburetes? Parecen sillitas de guardería casi.
La decoración es, pues, bastante mejorable. Las mesas y las sillas deberían tener más altura.