El Parador Cruz de Tejeda en Gran Canaria es un parador tranquilo en un sitio tranquilo, rodeado de montañas. A unos 35 kilómetros tienes Las Palmas. Tejeda, el pueblo más próximo, está a nueve kilómetros.
Nosotros nos alojamos allí tres días para alejarnos del mundanal ruido. No parecía que estuvieras en Canarias. Yo estaba acostumbrada a sitios bulliciosos en las islas, no a tanta tranquilidad.
El parador está muy bien cuidado. No me gustó alguna parte de madera que tiene. Eso de mirar para los techos y ver vigas de madera no me va. Por lo demás era perfecto en su estilo señorial elegante. Muchos marrones y colores cremas en su decoración, mucho mueble estiloso.
Nuestra habitación era grande, con vistas a las montañas, muy luminosa. Teníamos un minibar bien surtido, un buen televisor de plasma y aire acondicionado.
El cuarto de baño estaba impecable. Los sanitarios se veían nuevecitos. Teníamos una bañera como la de casa. En el cuarto de baño no había lujos, pero como estaba todo tan nuevo, daba gusto utilizarlo. Yo detesto los baños que se ven muy usados.
El wi fi era gratuito igual que el parking. Lo que sí nos cobraron fue el spa. Era gratis para personas que se alojaban más de cuatro días. No me importo pagar porque el spa bien lo merecía. Me recordó un poco a los baños romanos.
Comimos y cenamos en el restaurante del parador. Es un restaurante elegante en el que puedes saborear los platos típicos canarios: mojo de ajo, potaje de berros, carne asada de cabra. También tienen comida que no es tan típica. Yo pedí una carne asada y unos pescados normales. A mí la carne de cabra no me gusta.