En Río Onyar, Girona, encuentras las casas más pintorescas de esta ciudad catalana. La imagen de las casas colgadas sobre el río Oñar es inolvidable. Mis hijas nos preguntaban si iban a caerse al río. Las niñas tienen mucha imaginación. la verdad es que lo parecía. Yo no hubiera querido vivir en una de aquellas casas.
También fuimos hasta la catedral de Sant Feliu, pero la catedral no es comparable en belleza a la que tienen las coloridas casas construidas en los siglos XIX y XX.
Son casas de distintos tamaños. Hace poco tiempo que volvieron a pintar sus fachadas. Aquello parece la obra de un pintor famoso. Son todo un cuadro.
Las tienen muy cuidadas. Las persianas son de madera, enrollables. A mi marido le chifló la Casa Masó. Destaca sobre las otras casas con su fachada blanca y su gran tamaño. Fuimos a verla por dentro. Alberga la Fundación Rafael Masó. Me gustó mucho su decoración modernista. Los ricos siempre tuvieron buen gusto. Había una visita guiada, pero nosotros la recorrimos un poco por nuestra cuenta. Los guías le quitan emoción a la cosa.
Nuestro recorrido continuó por el Barri Vell, dentro de las murallas medievales y por los principales monumentos de la ciudad. Fuimos hasta la catedral gótica. Es impresionante.
Os recomiendo visitar El Río Onyar en Girona. No debes perderte el Paseo de la Muralla, el laberinto de calles del Call o barrio judío. Me llamó la atención lo bien conservado que lo tienen. Parecía que iban a salir de las casas los judíos de otros tiempos.
Nosotros pasamos un día inolvidable visitando las famosas casas,paseando por las pequeñas y estrechas calles de esta localidad catalana, entrando en las plazas porticadas y contemplando los bellos edificios. Seguro que volvemos.