Los cascos plegables Closca están pensados para ciclistas urbanos. Los puedes plegar, guardar en el bolso y quitar para poner cuando los necesitas.
A mí me regaló uno mi marido. Pocas veces voy en bicicleta, pero me viene bien para cuando bajo al parque con las niñas y tomo una bicicleta de alquiler para darles una vuelta de una en una. Al final, el casco se lo pongo a ellas. Por eso estoy pensando en comprar otro.
Hay que pensarlo porque son caros. Uno de estos cascos te sale en unos cien euros. Te lo venden con tres fundas que te valen para combinar con la ropa que llevas. Yo hubiera referido que me quitaran del pack las fundas y me dejaran el casco tal cual. Me saldría más barato. El casco solo cuesta 65 euros. Las fundas incrementan bastante el precio de este casco plegable que se vende también en Estados Unidos y en Canadá. Aquí en España sólo lo puedes comprar online. No tienen tiendas físicas que lo comercialicen.
Mi chico dice que estos cascos Closca son de chica. Yo no los veo muy de chica. Lo que sí los veo es poco seguros. Me parecen frágiles. Tienen un diseño que es bastante mejorable en seguridad. Los despliegas y los ves como una visera.
El mío casi siempre va con la funda roja. Tengo una funda a cuadros horrible y de la funda negra mejor no hablo porque lo deja como esos cascos que se ponen los jinetes que van en caballos de carreras. La ventaja de la funda negra es que es impermeable.
Os los recomiendo. Los cascos Closca se están vendiendo mucho, sobre todo para regalar. De momento, no tienen mucha competencia. Es difícil encontrar un casco para ciclistas y usuarios de skateboard y patines que sean plegables.
Sólo los venden en dos tallas: la L y la M. Todavía no los fabrican para niños. Esto no quiere decir que no se los puedas poner. Mejor con un casco flojo que sin casco.