Restaurante con recetas argentinas
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Scarlett2000
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Acerca de:Restaurante Ástor Puerta Cerrada [Madrid]
Ventajas:dichas
Desventajas:dichas
Hace unos días tuve la oportunidad de visitar el restaurante Ástor Puerta Cerrada en el barrio de La Latina de Madrid junto a mi marido, mi suegra y mi cuñada. Desde que llegamos al local, quedamos impresionados por su encanto y su ambiente acogedor.
Al entrar, nos recibió un camarero muy amable que nos acompañó a nuestra mesa. El restaurante estaba decorado con un estilo elegante y moderno, con detalles rústicos que le daban un toque acogedor. Las mesas estaban bien distribuidas, lo que permitía una buena intimidad entre los comensales.
Una vez sentados, comenzamos a revisar la carta y nos sorprendió la variedad de platos que ofrecían. Había opciones para todos los gustos, desde platos tradicionales hasta propuestas más innovadoras sin olvidar lo mejor de la cocina argentina. Decidimos pedir varios platos para compartir y así poder probar un poco de todo.
Para empezar, pedimos unas croquetas caseras de jamón ibérico y unas alcachofas fritas con salsa romesco. Las croquetas estaban deliciosas, con una textura cremosa por dentro y crujientes por fuera. Las alcachofas también estaban muy sabrosas, con un toque crujiente que las hacía irresistibles.
Como plato principal, optamos por compartir una paella mixta y un solomillo de ternera con salsa de foie. La paella estaba en su punto, con arroz meloso y repleta de mariscos y verduras frescas. El solomillo era tierno y jugoso, con una salsa de foie que le daba un sabor exquisito.
Para acompañar la comida, pedimos una botella de vino tinto recomendado por el camarero, que resultó ser el complemento perfecto para los platos que estábamos degustando. El servicio fue impecable en todo momento, atento y amable sin resultar invasivo.
Después de disfrutar de los platos principales, decidimos probar algunos postres para ponerle el broche final a la comida. Pedimos una tarta de queso casera y unos profiteroles rellenos de crema pastelera. Ambos postres estaban deliciosos, con una presentación cuidada que denotaba la calidad de los ingredientes utilizados.
En cuanto al ambiente del restaurante, cabe destacar la música ambiental suave que sonaba de fondo, creando una atmósfera relajada y agradable. El local estaba lleno pero no abarrotado, lo que permitía conversar cómodamente sin tener que elevar la voz.
En definitiva, nuestra experiencia en el restaurante Ástor Puerta Cerrada fue excelente en todos los aspectos. La comida estaba deliciosa, el servicio fue impecable y el ambiente era acogedor y elegante. Sin duda alguna, volveremos a visitar este lugar en futuras ocasiones para seguir disfrutando de su exquisita gastronomía.
En resumen, recomendaría el restaurante Ástor Puerta Cerrada a cualquier persona que busque disfrutar de una comida deliciosa en un ambiente acogedor y elegante en el corazón de Madrid. No se arrepentirán de visitar este encantador establecimiento.
Al entrar, nos recibió un camarero muy amable que nos acompañó a nuestra mesa. El restaurante estaba decorado con un estilo elegante y moderno, con detalles rústicos que le daban un toque acogedor. Las mesas estaban bien distribuidas, lo que permitía una buena intimidad entre los comensales.
Una vez sentados, comenzamos a revisar la carta y nos sorprendió la variedad de platos que ofrecían. Había opciones para todos los gustos, desde platos tradicionales hasta propuestas más innovadoras sin olvidar lo mejor de la cocina argentina. Decidimos pedir varios platos para compartir y así poder probar un poco de todo.
Para empezar, pedimos unas croquetas caseras de jamón ibérico y unas alcachofas fritas con salsa romesco. Las croquetas estaban deliciosas, con una textura cremosa por dentro y crujientes por fuera. Las alcachofas también estaban muy sabrosas, con un toque crujiente que las hacía irresistibles.
Como plato principal, optamos por compartir una paella mixta y un solomillo de ternera con salsa de foie. La paella estaba en su punto, con arroz meloso y repleta de mariscos y verduras frescas. El solomillo era tierno y jugoso, con una salsa de foie que le daba un sabor exquisito.
Para acompañar la comida, pedimos una botella de vino tinto recomendado por el camarero, que resultó ser el complemento perfecto para los platos que estábamos degustando. El servicio fue impecable en todo momento, atento y amable sin resultar invasivo.
Después de disfrutar de los platos principales, decidimos probar algunos postres para ponerle el broche final a la comida. Pedimos una tarta de queso casera y unos profiteroles rellenos de crema pastelera. Ambos postres estaban deliciosos, con una presentación cuidada que denotaba la calidad de los ingredientes utilizados.
En cuanto al ambiente del restaurante, cabe destacar la música ambiental suave que sonaba de fondo, creando una atmósfera relajada y agradable. El local estaba lleno pero no abarrotado, lo que permitía conversar cómodamente sin tener que elevar la voz.
En definitiva, nuestra experiencia en el restaurante Ástor Puerta Cerrada fue excelente en todos los aspectos. La comida estaba deliciosa, el servicio fue impecable y el ambiente era acogedor y elegante. Sin duda alguna, volveremos a visitar este lugar en futuras ocasiones para seguir disfrutando de su exquisita gastronomía.
En resumen, recomendaría el restaurante Ástor Puerta Cerrada a cualquier persona que busque disfrutar de una comida deliciosa en un ambiente acogedor y elegante en el corazón de Madrid. No se arrepentirán de visitar este encantador establecimiento.
Fecha:02:23:43 24/04/24
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Votos:no disponible.
Categorías:Viajes
Etiquetas:Madrid, restaurantes, gastronomía
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