Me he alojado varias veces en el Hotel Capri de La Habana pro motivos profesionales. No es un hotel que recomendaría para ir de vacaciones de sol y playa a Cuba porque la playa más próxima te queda a unos 20 kilómetros. Quitate de la cabeza lo de bajar en chanclas hasta el arenal. Pero es un hotel perfecto para esperar a que te toque volver a volar, como es mi caso.
Está en el centro de La Habana, a unos 25 kilómetros del aeropuerto. Es un hotel en el que no te falta ninguna comodidad. Las habitaciones son amplias, decoradas con muy buen gusto en tonos cremas y marrones.
Los cuartos de baño necesitan una reforma. Tienen manchas de humedad y sus sanitarios dejan ver los años que llevan en uso.
El hotel tiene cuatro estrellas, pero por la falta de mantenimiento adecuado es como un dos estrellas de España. Es una pena que no esté más cuidado.
El personal es amable sin excesos, correcto, eficiente. Tiene el hotel bastante limpio, sobre todo las habitaciones.
Lo mejor del hotel es la ubicación. Puedes ir al centro andando y también puedes acercarte sin necesidad de coche al Malecón.