Una semana en Playa Bávaro
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Incidencias
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Acerca de:Hotel Catalonia Bavaro Resort [Playa Bavaro]
Ventajas:Buenas instalaciones, personal y mejor precio
Desventajas:No es el caribe...
Estuve en este hotel en agosto de 2008. Era mi primera escapada al “Caribe” y mi primera sorpresa fue que no había acertado con la localización exacta, pues el famoso mar está en la zona sur de la isla, pero Playa Bávaro tiene tanta fama, que no reparé en ello. De cualquier modo, la playa estaba genial y ninguna pega que poner a eso.
Adquirimos un paquete “Todo incluído”, por lo que tras aterrizar en el aeropuerto y coger las maletas, acudimos al autobús siguiendo los carteles que portaban los empleados del hotel. Allí nos pusieron la clásica pulserita que nos permitiría pasear por todas las instalaciones y consumir a nuestro antojo sin pagar nada (bueno, ya sabéis que algunas bebidas están exentas de esta oferta, pero son las menos). También nos hicieron entrega in situ de un sobre que contenía la tarjeta de la habitación y las de las toallas para la playa. Me pareció una buena medida, ya que al llegar a la recepción no hay que hacer el check-in y te puedes dirigir directamente a tu habitación, ya que el personal se encarga de llevar las maletas a la misma.
LAS INSTALACIONES
Desde el lobby se accede a todas las instalaciones del hotel. En él se encuentra la Recepción y enfrente de ella una zona de descanso, con un buen surtido de sofás donde descansar, leer la prensa, etc. En la parte posterior del mostrador hay una sala de reuniones donde se ofrece información a los clientes de todo tipo, en particular de las excursiones o actividades que se realizan en la isla y una sala donde dejar el equipaje, muy práctica, porque puede ocurrir que el vuelo de vuelta salga a una hora tardía y se tenga que dejar la habitación libre a mediodía, así que en este sitio puede quedarse nuestro equipaje mientras nosotros podemos seguir utilizando las instalaciones del complejo. En esta misma zona también hay un bar y una interesante zona, donde se halla una fuente que aporta frescor al ambiente, que en ocasiones se hace soporífero.
De cualquier modo, no podemos olvidar que este no es un hotel al uso, es decir, es un complejo turístico, con diferentes edificios y villas, de diferentes categorías.
Dispone de cuatro restaurantes temáticos (americano, mexicano, italiano y japonés). Como dije al principio, nosotros fuimos en régimen de TI y esto lleva implícito una comida en cada uno de ellos. Es importante saber que a estos restaurantes hay que ir previa reserva, que se tiene que hacer en la Recepción. Los que más nos gustaron fueron el japonés y el italiano. Al mexicano la pega que le encontré fue que la comida, aunque bien elaborada, era demasiado picante y el americano nos decepcionó bastante.
El desayuno se realizaba en “El gran buffet” y os puedo asegurar que hacía justicia al nombre, porque era enorme. En cuanto a oferta gastronómica os puedo decir que era copiosa, tanto en frutas (generalmente tropicales), como zumos, embutidos, crepes, huevos, tortillas o bollería de todo tipo. La calidad también era óptima. Dado que era tipo buffet, podías servirte todo cuanto quisieras y una vez en la mesa, los camareros te servían las bebidas o infusiones.
LA HABITACIÓN:
Lo que menos me gustó de ella fue la decoración, bastante sencilla y pasada de moda, pero era amplia y confortable. De armarios la encontré escasa, sin embargo había dos sofás y cafetera, algo que para nosotros, aunque no es indispensable, nos encantó, ya que somos adictos a él y nos resultó de lo más agradable tomar tantos como queríamos en nuestra propia habitación, sin necesidad de tener que acudir al bar del hotel. Lo que más me gustó de ella fue el baño, bastante grande también, pero con ducha y bañera hidromasaje bastante amplia. Estaba escaso en cuanto a productos de aseo, pero tampoco fue exagerado, porque nosotros solemos llevar el gel y el champú que usamos habitualmente. La terraza era una gozada ya que además de una hamaca, también había un balancín, muy agradable para sentarse allí por la noche, antes de acostarse. También había un tendedero, lo que encontré muy práctico para secar los bañadores.
EL PERSONAL
Muy amable y solícito ante cualquier problema. Buscaban resolver cualquier problema que surgiese, en vez de eludir responsabilidades. Esto incluye no sólo al personal de recepción, sino a todos en general: desde las chicas que hacían las habitaciones como los camareros de los diferentes bares y restaurantes.
Adquirimos un paquete “Todo incluído”, por lo que tras aterrizar en el aeropuerto y coger las maletas, acudimos al autobús siguiendo los carteles que portaban los empleados del hotel. Allí nos pusieron la clásica pulserita que nos permitiría pasear por todas las instalaciones y consumir a nuestro antojo sin pagar nada (bueno, ya sabéis que algunas bebidas están exentas de esta oferta, pero son las menos). También nos hicieron entrega in situ de un sobre que contenía la tarjeta de la habitación y las de las toallas para la playa. Me pareció una buena medida, ya que al llegar a la recepción no hay que hacer el check-in y te puedes dirigir directamente a tu habitación, ya que el personal se encarga de llevar las maletas a la misma.
LAS INSTALACIONES
Desde el lobby se accede a todas las instalaciones del hotel. En él se encuentra la Recepción y enfrente de ella una zona de descanso, con un buen surtido de sofás donde descansar, leer la prensa, etc. En la parte posterior del mostrador hay una sala de reuniones donde se ofrece información a los clientes de todo tipo, en particular de las excursiones o actividades que se realizan en la isla y una sala donde dejar el equipaje, muy práctica, porque puede ocurrir que el vuelo de vuelta salga a una hora tardía y se tenga que dejar la habitación libre a mediodía, así que en este sitio puede quedarse nuestro equipaje mientras nosotros podemos seguir utilizando las instalaciones del complejo. En esta misma zona también hay un bar y una interesante zona, donde se halla una fuente que aporta frescor al ambiente, que en ocasiones se hace soporífero.
De cualquier modo, no podemos olvidar que este no es un hotel al uso, es decir, es un complejo turístico, con diferentes edificios y villas, de diferentes categorías.
Dispone de cuatro restaurantes temáticos (americano, mexicano, italiano y japonés). Como dije al principio, nosotros fuimos en régimen de TI y esto lleva implícito una comida en cada uno de ellos. Es importante saber que a estos restaurantes hay que ir previa reserva, que se tiene que hacer en la Recepción. Los que más nos gustaron fueron el japonés y el italiano. Al mexicano la pega que le encontré fue que la comida, aunque bien elaborada, era demasiado picante y el americano nos decepcionó bastante.
El desayuno se realizaba en “El gran buffet” y os puedo asegurar que hacía justicia al nombre, porque era enorme. En cuanto a oferta gastronómica os puedo decir que era copiosa, tanto en frutas (generalmente tropicales), como zumos, embutidos, crepes, huevos, tortillas o bollería de todo tipo. La calidad también era óptima. Dado que era tipo buffet, podías servirte todo cuanto quisieras y una vez en la mesa, los camareros te servían las bebidas o infusiones.
LA HABITACIÓN:
Lo que menos me gustó de ella fue la decoración, bastante sencilla y pasada de moda, pero era amplia y confortable. De armarios la encontré escasa, sin embargo había dos sofás y cafetera, algo que para nosotros, aunque no es indispensable, nos encantó, ya que somos adictos a él y nos resultó de lo más agradable tomar tantos como queríamos en nuestra propia habitación, sin necesidad de tener que acudir al bar del hotel. Lo que más me gustó de ella fue el baño, bastante grande también, pero con ducha y bañera hidromasaje bastante amplia. Estaba escaso en cuanto a productos de aseo, pero tampoco fue exagerado, porque nosotros solemos llevar el gel y el champú que usamos habitualmente. La terraza era una gozada ya que además de una hamaca, también había un balancín, muy agradable para sentarse allí por la noche, antes de acostarse. También había un tendedero, lo que encontré muy práctico para secar los bañadores.
EL PERSONAL
Muy amable y solícito ante cualquier problema. Buscaban resolver cualquier problema que surgiese, en vez de eludir responsabilidades. Esto incluye no sólo al personal de recepción, sino a todos en general: desde las chicas que hacían las habitaciones como los camareros de los diferentes bares y restaurantes.
Fecha:15:56:30 06/04/11
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Votos:no disponible.
Categorías:Viajes
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