El Hotel AC Córdoba Palacio es un cinco estrellas económico. Tiene una buena ubicación, muy céntrica, justo al lado de la Judería. Esto te permite ir andando a todos los sitios y evitar el uso del transporte público y prescindir de un coche de alquiler.
Lo que más destacaría de este hotel es el buen trato que recibes de sus empelados. Son muy amables. Siempre tienen una sonrisa para ti, un comentario agradable. Se nota que es un cinco estrellas en el trato.
La decoración es moderna, especialmente en las zonas comunes.
Nuestra habitación era muy amplia, tal como me habían prometido cuando hice la reserva. Eché de falta que el cuarto de baño estuviera mejor ventilado. Tenía una ventana minúscula.
La cama era bastante cómoda, amplia, de matrimonio como a mí me gustan las camas. Dormí como un bebé cuando no da guerra.
Lo que no estuvo a la altura de tanta estrella fue el desayuno. Era variado, pero notabas la falta de calidad de los productos. Que un cinco estrellas te plante para desayunar un jamón serrano de oferta decepciona. Lo mismo puedo decir de la bollería. a mi marido le tocó un bollo de le leche más duro que el pan de la guerra. Encima nos clavaron 18 euros por cabeza. Aquel desayuno no valía ni tres euros.
Al siguiente día fuimos desayunar a una cafetería próxima a precio razonable. Por seis euros desayunamos los dos como unos marqueses.
Que no se me olvide citar la piscina. Era enorme. Fue una pena que ese fin de semana hiciera algo de frío y no pudiéramos disfrutarla más.