La Catedral de Palma ha resultado tan impresionante como me la imaginaba, y es que es una imagen que ya conocía pero sólo en foto pues es una postal muy típica de Palma de Mallorca.
Es un edificio fácilmente reconocible, tanto por sus dimensiones como por su forma. Nadie podría confundir la Catedral de Palma con una iglesia cualquiera. Además, su ubicación, a varios metros sobre la bahía y el aseo marítimo, permita que se la pueda contemplar al completo desde esos puntos. Una vista que merece la pena y que es la típica de las fotos.
En el bus turístico nos dijeron que era la única Catedral de Europa que se reflejaba en el agua del mar, aunque eso se debe a un trico y es que justo delante de ella han construido el Parque del Mar, que incluye un lago artificial que se rellena con agua de la bahía de Palma. De ese modo si que es posible que ese fenómenos se de, aunque sólo en los meses de febrero y noviembre, por la posición relativa del sol y La Tierra. Y es que yo he estado en agosto, así que no lo he podido comprobar.
Entrar a la Catedral no es gratis. La entrada ordinaria cuesta 4 euros e incluye el accso al museo de la catedral, aparte de la visita al interior de la misma. La verdad es que soy bastante reacia a pagar por entrar a ver catedrales porque opino que vista una, vistas casi todas. Al fin y al cabotodas suelen ser muy parecidas. Sin embargo, creo que los 4 euros que cuesta entrar a la Catedral de Palma están muy bien invertidos.
Por un lado está el magnífico estado de conservación del edificio. Da gusto ver un templo tan limpio y bien conservado ya que normalmente, a pesar de la tenue iluminación que caracteriza a este tipo de edificios, se ven bastante ruinosillos.
Además, las vidrieras resultan impresionantes por coloridas y luminosas, aunque lo que más me llamó la atención fue el altar mayor por grandioso y nada común. Después ya me he enterado que ahí metió la mano Gaudí. Eso explica mucho de su diseño.
Pero lo mas diferente es la capilla que hay a la izquierda del altar, rediseña en el siglo XX (creo recordar. Es que pegué la oreja en una excursión de ingleses). Te quedas bobo contemplando cada detalle escultórico de sus paredes, que podrían estar en cualquier museo de arte moderno, nada que ver con una capilla tradicional al uso. No hay esculturas religiosas, ni cuadros.
Es una visita que llevará un rato, aunque no seas de esas personas que se queden contemplando fijamente cada piedra y es que la Catedral de Palma tiene unas dimensiones considerables. Eso hace que sea una visita perfecta para hacer a cualquier hora del día (creo que no cierra al mediodía y en agosto abre al menos hasta las 5), pero lo mejor es hacerla cuando el sol mas aprieta. Y es que se está bastante fresquito en el interior, jaja.