La vuvuzela es una tompeta típica de Sudáfrica que los lugeños hacen sonar en los partidos de fútbol, consiguiendo un sonido parecido al que emiten los elefantes.
Su sonido cansa y da dolor de cabeza. Yo tengo una en casa que le compramos a Patricia en los chinos por sólo tres euros y no he conseguido arrancarle las mismas notas estridentes que percibías a través del televisor durante los partidos del mundial. Para tocarla necesitas tener una gran capacidad pulmonar y unos labios duros.
Yo carezco de ambas cosas. Enseguida se me agrietaron los labios en mis intentos de arrancarle sonidos a la trompetilla.
Mi marido lo hacía mejor, pero sólo algo mejor. Mi hija decía que no funcionaba la trompeta.
Al final, la vuvuzela que le compramos a los chinos nos ha quedado como un recuerdo del mundial. Todavía la guardamos en un cajón.
Es de color rojo, y mide algo más de medio metro. Está fabricada en plástico igual que las que tocaban en Sudáfrica. Los chinos las fabrican como churros.