Este maquillaje me gusta mucho para esos días en los que que no quieres ir muy maquillada, y es que no es muy cubriente. Iguala el tono de tu piel pero no deja la cara como si fuera una máscara. Tampoco va a taparte imperfecciones como granos o manchas, pero al igualar el tono de la piel, te da mucho mejor aspecto.
La textura del maquillaje es en mousse, con un acabado un poco empolvado para evitar brillos, así que resulta perfecto para pieles grasas, aunque también queda muy bien con piel mixta, que es la mía. No acartona la piel, la notas hidratada y elástica. Además, el tema del acabado empolvado hace que te ahorres el paso de los polvos, de ahí que sea un acabado más natural. No te pones tantas capas encima. De esa manera tu piel respira un poco más, de ahí que me guste usarlo esos días en los que no tengo que maquillarme demasiado. Estoy un poquito harta de tantas capas en la piel, pero claro, como suelo llevar habitualmente un maquillaje bastante cubriente, me cuesta verme sin maquillar, por eso sólo busco algo para unificar.
Lo bueno del perfecly real es que no da grasa. Yo tengo tendencia a granitos y con este maquillaje no empeora mi problema, a menos que no me desmaquille, pero en ese caso no es por el maquillaje, sino por la falta de limpieza. Además es un producto sin perfume y sometido a pruebas de alergia, perfecto para pieles sensibles.
El formato del frasco es muy cómodo. Es un tubo de plástico, así que aprovechas muy bien todo el producto ya que cuando parece que ya no queda más, cortas el frasco y rebañas bien para que te de para una semana mas.
El precio es muy asequible. No llega a 30 euros y a mi me dura como un año, aunque claro, tampoco lo uso a diario, pero es que cunde un montón.