Este gel de ducha me gusta mucho, pero lo reservo para momentos especiales pues no es cuestión de ir oliendo a frambuesa a todos los lados. No me interpretéis mal, no es aroma que se note, a menos que quien te huela esté realmente cerca, pero creo que es un derroche usarlo precisamente porque su aroma sólo se va a apreciar en las distancias cortas.
Realmente no lo uso como un gel al uso, sino que lo utilizo el día que me apetece cuidarme a la hora del baño. Lleno la bañera, y echo un corrito del gel néctar de frambuesa debajo del chorro de agua caliente para que se vaya formando una agradable y envolvente espuma.
Desde luego se nota diferente con los geles habituales tipo Sanex o Hidrogennesse y es que la piel queda más hidratada, aparte del dulce olor que deja.
Un pequeño lujo que hay que darse de vez en cuando. Además, a pesar de ser más caro que los geles del súper, cunde un montón si lo usas como yo. No se lo que cuesta porque me lo regalaron por navidad, pero me queda más de medio frasco y mirad el tiempo que ha pasado.