La marca Facundo es sinónimo de calidad, al menos en lo que a pipas se refiere y éstas no defraudan, mas bien todo lo contrario y es que al sabor y frescura que caracterizan a las pipas de esta marca, hay que sumarle un gran tamaño de la semilla con lo que puedes llegar a masticar la pipa, lo que normalmente no sucede porque es muy pequeñita. Normalmente la pelas, muerdes y “pa’dentro”, sin apenas probarla. Las pipas extragrandes de Facundo realmente son de mayor tamaño a las normales, tanto que puedes llegar a paladearlas.
Aún mejor que ese gran tamaño es la ausencia prácticamente total de pipas pochas, y es que eso siempre te estropea el momento porque el sabor de una pipa en mal estado es muy intenso y se mantiene un buen rato.
Otra ventaja es su frescura y es que siempre están crujientes. Eso se debe al magnífico envoltorio metalizado que desde hace unos años vienen siendo habituales en los snacks. Eso encarece bastante el producto, pero creo que merece la pena.
Y como no todo podía ser bueno, ahí va lo malo: El precio. Son las pipas más caras del mercado (o al menos eso me parece) pero bueno, considerando que es un producto barato, merece la pena pagarlo porque no tiene parangón. Es la reina de las pipas.