Una de las mozzarellas que más me gustan es e Santa Lucía. Su sabor es idéntico al de la mozzarella que hacen en Italia y que en tantas ocasiones he podido saborear.
Son unas bolitas de queso que yo suelo poner en los platos de pasta, especialmente en los macarrones para hacérselos más apetecibles a mi hija.
Mi hija devora los macarrones con estas bolitas derretidas con el calor. No es para menos porque la pasta gana mucho en sabor con ellas.
Respecto a otras mozzarellas, también tiene la ventaja de que trae menos cantidad de suero. Las hay que son todo agua; mucha agua y poco queso.
En su composición lleva leche, cuajo, sal y ácido cítrico.
Cada bolsa trae una bola de 125 gramos. Con una bola tienes de sobra para una pota llena de macarrones. A mí no me gusta echar mucha cantidad de queso mozzarella porque se trata de potenciar el sabor no de que la pasta no sepa a pasta.
La encuentras a vender en muchos supermercados porque es una marca muy conocida.