Prefiero con diferencia a todos los productos comercializados las mieles de elaboración artesanal, pero en su defecto, me quedo con la Granja San Francisco. De entre todas las que he probado, es la única cuyo sabor es agradable y delicado, como debe corresponder a una miel de buena calidad. Granja San Francisco lleva muchos años produciendo miel y en algo se debe de notar la experiencia, es una miel rica y apetitosa, que apetece comer incluso a cucharadas, ideal para endulzar de manera sana la leche del desayuno, para untar sobre pan tostado o acompañando queso fresco o el típico mató catalán, una clase de queso fresco muy particular. La miel es fuente de energía natural y es magnífica para aumentar nuestras defensas y fortalecernos. Considerada como un potente remedio natural, en catarros es ideal acompañando un vaso de leche caliente antes de acostarse, también suaviza la garganta en casos de irritación y es estupenda para aplicarla en forma de mascarilla sobre los labios para hidratarlos y suavizarlos. La miel de La Granja San Francisco está disponible en diversos formatos como muestra de evolución de la marca, que a lo largo de los años ha innovado sus envases para hacerlos más prácticos a la hora de utilizarlos, todos sabemos que la miel es un producto muy pegajoso, y los nuevos sistemas que ha incorporado Granja San Francisco para servir la miel son estupendos para evitar que se derrame y el frasco se quede pegajoso.