Harta de oir decir a mis tías y primas que en el Lidl encontraban a muy buen precio riquisimos postres lácteos y chocolates por fin un día bajé a la ciudad cercana donde me enteré que había un Lidl. Y claro tanta publicidad televisada de que llenas el carro por poco dinero, tenía que ir.
La iluminación del local,deficiente, la limpieza, pasable. En las estanterías encontré poca variedad de marcas de algunos productos, como macarrones , aceite y otros artículos básicos. Por contra sí había algunos productos de calidad, como unos frascos con bonito del norte a muy buen precio. O frascos de tomate frito , de marca para mí hasta la fecha desconocida, pero que salieron muy bien de precio , sabor y consistencia.
La mayor variedad la encontré en la sección de galletas , bollos y chocolates.
En cuanto a los postres lácteos, nada del otro mundo, incluso escasos en cuanto a variedad de marcas.
Mención aparte haré de la bolsa de guisantes congelados , de gran tamaño los de la marca Barnetti, pero aparte de grandes, son bastos como un " bocata de chapas" nada que ver con la suavidad y blandura de otras marcas conocidas. Se quedan duros y ásperos tras cocinarlos
Otro punto que no me gustó, una línea de cajas muy maja pero una sola cajera que abandonaba su puesto cada dos por tres para ir a colocar algún palé de mercancía en la estantería correspondiente. Y os hablo de fechas navideñas ¿ qué será en otra fecha menos comercial?
Total, no encontré los yogures especialmente exquisitos ni me pareció que los precios fueran bajos salvo en unos pocos artículos. Me acerqué a la sección donde está la carne, el conejo más caro que en ningún otro establecimiento.
Todo esto me hace pensar que no volveré en mucho tiempo, teniendo además a medio camino un Mercadona y enfrente del Lidl un Carrefour.
Deplorable también la imagen de las cestas metálicas con ropa y zapatillas, muy revueltos, para eso prefiero ir al Kiabi situado justo en la nave de al lado.