De vez en cuando me someto a alguna dieta de adelgazamiento que completo con alguna pastilla que me quite el hambre. Unas pastillas de este tipo que tomé en una ocasión fueron las Xenadrine. Una amiga me dijo que eran maravillosas. Lo serían para ella. A mí casi me matan.
Son unas cápsulas muy caras. Las venden en cajas de 100 que cuestan 70 euros. Yo compré la primera caja porque mi amiga me había dicho que a ella le habían ido de cine y, visto lo mucho que había adelgazado, me dije que sería más que un gasto una inversión en mí misma.
Durante los primeros días no noté ningún efecto secundario. Me tomaba una a la cena y otra al desayuno. Al cuarto día noté que mis kilos habían ido a menos y me volumen también. Al quinto día empezaron mis problemas.
Primero notaba que estaba muy nerviosa, después que mi corazón iba tan rápido como el coche de Fórmula 1 de Fernando Alonso, finalmente empezaron las vomitonas y las náuseas. Nunca más me dije. Tiré las cápsulas sobrantes al cubo de la basura.
Por eso no os recomiendo las cápsulas Xenadrine: por sus efectos secundarios. Para mí fueron malísimas. Las llego a tomar más de una semana y no lo cuento.
Encima son tremendamente caras. Pagar por un suplemento alimenticio 70 euros es mucho pagar.
Peo el precio sería lo de menos si no tuvieran efectos secundarios. Estas cápsulas Xenadrinepastillas más fuertes que encontré para adelgazar. No se deben tomar. Hay pastillas similares que también ayudan a adelgazar y no tienen ningún efecto secundario. También te salen mejor de precio.