Las infusiones de tomillo La Pirenaica salen muy buenas y también son más caras que infusiones de otras marcas de la competencia.
Estas infusiones de tomillo yo las compro cuando estoy acatarrada o tengo gripe. Dejan muy bien las vías respiratorias si las tomas bien calentitas. Es importante dejarlas reposar en la taza como unos cinco minutos. Yo si veo que me han enfriado, pongo las tazas sobre el radiador para que calienten un poco más.
No me agrada mucho el sabor del tomillo, aunque lo encuentro más sabroso en las infusiones La Pirenaica que en el tomillo que cultiva mi hermana en su huerto urbano. Estas infusiones no me saben tan amargas.
Las tomo siempre sin azúcar añadido. Mi marido no es capaz de beber ni un sorbo si no le echa cuatro terrones de azúcar mínimo. Él es un exagerado.
Las infusiones de tomillo también me fueron muy bien para mis problemas de gastritis de hace unos días. Fue tomar tres tazas al día, tras cada comida una taza y quedar nueva. No necesité ir al médico ni tomar ninguna medicina.
Las infusiones de tomillo sólo me las preparo cuando las necesito. No son unas infusiones que encuentre sabrosas. Compro siempre las de La ca porque su sabor es mejor que las que te venden en los supermercados a menor precio. Estas infusiones me cuestan 3,20 euros la caja de 20 bolsitas. La caja es idéntica a las de cajas tipo de esta marca: envases color verde pistacho con un dibujo de la planta en su parte frontal.