Mi trabajo me obliga a permanecer de pie sin moverme demasiado durante muchas horas y llego a casa con las piernas cansadas e hinchadas. No se si es por retención de líquidos o porque paso mucho calor, pero noto las piernas súper pesadas y este producto es específicamente para eso, así que lo compré.
No es precisamente barato. El frasco de 125 ml cuesta 36 euros y no os creáis que cunde demasiado pues la zona a aplicar es muy grande.
El modo de empleo es sencillo. Se aplica con movimientos circulares desde los tobillos hasta la mitad de los muslos. El prospecto pone que lo puedes aplicar incluso encima de las medias, pero a mi eso me parece un poco cochinada y es que eso tiene que mancharte la media.
Usándolo directamente en la piel también es un poco pringue y es que el producto parece ligero cuando te lo echas en las manos, pero a la hora de extenderlo hay que trabajarlo bastante pues la piel parece no absorberlo y se queda como una capa de crema en las piernas, así que no puedes vestirte de inmediato.
El efecto no es el esperado. Debido a su aroma como mentolado esperaba un frescor al instante, pero para nada. Quizá se deba a que realmente no tiene mentol, sino manzanilla, salvia y ciprés, que sirven para descongestionar y después de un rato si que notas como las piernas se desinflaman, pero sin el típico efecto frío.
Por tanto, si que cumple lo que promete, aunque sea un poco engorroso de usar.