Estoy segura que dentro de unos cuantos años nadie se extrañará de ver beber un vino sin alcohol igual que hoy en día es común beber cerveza sin alcohol. Yo tengo varias botellas de Vinos sin alcohol Élivo que sólo bebo yo. Mi marido dice que no le va y los invitados que se han pasado por mi casa dicen lo mismo.
Estos Vinos sin alcohol Élivo se venden más en el extranjero que en España. Los árabes se los están quitando de las manos.
Será cuestión de tiempo que también gusten en España. A mí me encantan. Les noto sabor a vino. No son vinos que saben a mosto. Notas que no tienen alcohol porque no se te suben a la cabeza. Estos vinos sin alcohol huelen a vino como dice mi hija Patricia.
Por supuesto, no se los doy a las niñas. No tendrán alcohol, pero no me parece correcto que los niños beban vino; ni siquiera mosto. Los niños deben beber agua, zumos y refrescos. Ya tendrán tiempo de mayores para introducirse en el mundo del alcohol con cabeza.
No estamos hablando de vinos caros. Yo lo compro en el Eroski. Tienen hasta nueve variedades. Mi favorita es la Zero Zero en tinto y en blanco. El vino blanco sin alcohol me viene de cine para echárselo a la carne asada. Así la pueden comer las niñas.
Os recomiendo estos vinos. Son tan buenos para el corazón como los que llevan alcohol, con la gran ventaja de que puedes beber la cantidad que quieras sin perder la cabeza.
El embotellado me gusta también. Han optado pro una botella en tono oscuro a juego con un etiquetado en negro que le da un toque chic al vino. Parecen vinos caros.