Marbella es mi ciudad favorita para el verano. Es la ciudad de la alegría. Mi chico dice que es también la ciudad del dinero y no le falta razón. En Marbella hay mucho millonario.
Un hotel en el que nos hemos alojado en un par de ocasiones en Marbella es el Hotel Don Carlos en Marbella, un cinco estrellas que tiene sus pros y sus contras.
Pese a ser lujoso, no me gustó mucho la decoración de la habitación que nos dieron la última vez que estuvimos. La cama tenía un cabecero que tapaba una pared entera. Por lo demás no había queja. Era una cama de matrimonio de verdad, muy ancha y con un colchón que invitaba a dormir. La habitación era espaciosa, con una mesa escritorio amplia, ordenador, televisor de plasma, minibar, caja fuerte, un buen aire acondicionado,...
Más me gustaron los jardines del hotel. Son preciosos y los tienen muy bien cuidados. En los jardines están las piscinas. Yo poco las frecuenté. Iba casi siempre a la playa, a la que tienes acceso directo desde el jardín.
El personal del hotel es muy amable. Están siempre pendientes de tus menores deseos. Es personal de hotel de cinco estrellas: amable y profesional. Tienen el hotel muy bien limpio.
Es un buen hotel también para llevar niños. Cuando estuvimos nosotros celebraron una Cena Fantasía en uno de los jardines. Mis hijas se lo pasaron pipa cantando las canciones de Disney que entonaban unos cantantes.
El desayuno buffet es muy bueno. Sirven zumos variados y naturales, bollería fresca, fiambres, frutas de temporada y de menos temporada. No sales con hambre.
Pero no todas son ventajas, como os he dicho. Lo que más me molestó fue que la gente reservara las hamacas y no tuvieras ninguna libre. No deberían permitir esas reservas. Tampoco me gustó que no hubiera socorrista en las piscinas.
Pese a todo os recomiendo este hotel. El Hotel Don Carlos en Marbella es un hotel emblemático de Marbella. Si tienes la suerte de no encontrarlo muy lleno, estarás como en el paraíso.