El Gran Hotel Lugo, Lugo, es un hotel que me gusta mucho por su buena ubicación. Está en pleno centro de Lugo. En cinco minutos e caminata te pones en el centro histórico de esta bonita ciudad gallega.
Es un cuatro estrellas que no te sale nada caro, pero que necesitaba una remodelación, sobre todo en cuanto a su decoración. Tiene unos muebles más propios del año 1979, año de su inauguración, que de hoy en día.
Yo estuve un fin de semana con mi madre. Ella es una clienta habitual de su spa. Me llamó la atención que también tuvieran un club termal infantil. Es un hotel pensado para que toda la familia disfrute del agua. Hasta tienen clases de natación para bebés.
Mi habitación era amplia, con un mobiliario que había conocido mejores tiempos, suelo de tarima, paredes empapeladas de color amarillo, cortinas a juego con la colcha y la tapicería de las sillas y sillones. Me sentí como en un piso de los años setenta.
Lo que más me desagradó de mi habitación fue el televisor. Era antiguo. Ni me molesté en encenderlo.
Mejor que la habitación estaba el cuarto de baño. Se notaba que lo habían reformado hacía poco tiempo. Mucho mármol en la encimera donde estaba el lavabo, un espejo de aumento, secador de pelo bien sujeto a la pared para que no se lo robaran y una bañera con ducha.
Todo estaba muy limpio, tanto mi habitación como las zonas comunes. El personal es encantador, profesional y amable.
Os recomiendo el Gran Hotel Lugo, Lugo, tiene sus desventajas, pero tiene la gran ventaja de que está muy bien ubicado. Además no tienes problemas a la hora de aparcar en la zona. Falta hace porque el parking del hotel es de pago.