Lieja: una ciudad con una vida nocturna interesante
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Cleo5
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Acerca de:Lieja [Bélgica]
Ventajas:dichas
Desventajas:dichas
Lieja es una ciudad belga con una vida nocturna interesante. No esperaba pasarlo tan bien después de ver una arquitectura llena de edificios religiosos. Esperaba unas noches más aburridas, pero no fue así.
La ciudad de Lieja nada tiene que ver con otras ciudades belgas como Bruselas, Gante, Amberes o Brujas. Es más segundona y también menos segura.
Está en Valonia, una región belga cuya capital es Namur, y su idioma oficial es el francés. Es una ciudad fría. Nosotros fuimos bien abrigados y falta nos hizo. Los dos días que estuvimos por Lieja hacía un frío que pelaba y encima llovía.
No me gustaron sus edificios. El Palacio de los Príncipes-Obispos es una mezcla de estilos renacentista, barroco y neogótico que ataca el buen gusto. Está en la Place Saint Lambert. Mi marido quería ir a visitar una especie de museo arqueológico que hay debajo de esta plaza. Me negué. Yo no estaba para ver restos arquitectónicos. Fui directa a la Place du Marché donde está el Ayuntamiento. Tenían una especie de Mercado de Navidad entre las dos plazas. Aproveché para comprar allí regalos para mi madre y para mi suegra. A las dos les gusta los recuerdos que te venden en todas las ciudades. Cosas de artesanía que sólo sirven para cargar las casas de chirimbolos para limpiar.
Por la noche fuimos a la Ópera Real de Valonia. A mí la ópera siempre me relaja. Los cantantes gritan y a mí se me tranquilizan los nervios.
Al día siguiente tocó ir a ver la estación de Gillemins, un edificio horrible firmado por nuestro Santiago Calatrava. Mi chico se cansó de quitarle fotografías. No salía de su asombro.
Lo mejor de nuestra visita a Lieja fueron las cervezas que nos bebimos de noche y el Mercadillo de Navidad. Allí gastamos bastante dinero comprando cositas de artesanía para la familia.
La ciudad de Lieja nada tiene que ver con otras ciudades belgas como Bruselas, Gante, Amberes o Brujas. Es más segundona y también menos segura.
Está en Valonia, una región belga cuya capital es Namur, y su idioma oficial es el francés. Es una ciudad fría. Nosotros fuimos bien abrigados y falta nos hizo. Los dos días que estuvimos por Lieja hacía un frío que pelaba y encima llovía.
No me gustaron sus edificios. El Palacio de los Príncipes-Obispos es una mezcla de estilos renacentista, barroco y neogótico que ataca el buen gusto. Está en la Place Saint Lambert. Mi marido quería ir a visitar una especie de museo arqueológico que hay debajo de esta plaza. Me negué. Yo no estaba para ver restos arquitectónicos. Fui directa a la Place du Marché donde está el Ayuntamiento. Tenían una especie de Mercado de Navidad entre las dos plazas. Aproveché para comprar allí regalos para mi madre y para mi suegra. A las dos les gusta los recuerdos que te venden en todas las ciudades. Cosas de artesanía que sólo sirven para cargar las casas de chirimbolos para limpiar.
Por la noche fuimos a la Ópera Real de Valonia. A mí la ópera siempre me relaja. Los cantantes gritan y a mí se me tranquilizan los nervios.
Al día siguiente tocó ir a ver la estación de Gillemins, un edificio horrible firmado por nuestro Santiago Calatrava. Mi chico se cansó de quitarle fotografías. No salía de su asombro.
Lo mejor de nuestra visita a Lieja fueron las cervezas que nos bebimos de noche y el Mercadillo de Navidad. Allí gastamos bastante dinero comprando cositas de artesanía para la familia.
Fecha:07:59:21 26/02/15
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Votos:no disponible.
Categorías:Viajes
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