El Barco de Ávila, Ávila es conocido por sus judías del Barco, unas judías que se cultivan en el valle de este pueblo. Nosotros fuimos a ver el Museo de la Judía, uno de esos museos raros que tanto gustn a mi marido.
Al museo se entra por la zona de la muralla del pueblo. Una vez dentro encuentras información de toda la historia de la judía. Te resultará interesante si estás interesada en las legumbres. No es mi caso. Yo me aburrí bastante en este museo. Mi marido le quitó fotos a todo tipo de aperos de labranza que se utilizaban hace décadas para el cultivo de las judías. Mis hijas se divertían mirando la cocina antigua que había en una estancia del museo. Yo estaba como pez fuera de agua.
Una vez acabada la visita al Museo de la Judía nos fuimos a dar un paseo por las orillas del río Tormes. Llegamos al puente de piedra, admiramos los edificios rehabilitados y volvimos para el coche y para casita.
El Barco de Ávila, Ávila, no es un pueblo muy llamativo para los turistas de compras como servidora. Está mucho mejor para los turistas que prefieren el campo. Allí hay muchos. También hay muchos cultivos de judías. De ahí que tengan un museo sobre esta legumbre.
Este pueblo está en el entorno de la sierra de Gredos. El río Tormes le da un toque todavía más rural. Lo más bonito es el puente de piedra que cruza el río. También son bonita las fachadas de casas de arquitectura popular con varios siglos en su haber.