Las Casas de la Judería tienen unos patios andaluces preciosos. Sólo por sus patios interiores vale la pena alojarte en ellas. A mí me habían hablado maravillas de estas casas. Se quedaron cortos. Me gustaron tanto que seguro que vuelvo.
Estuve con mi marido. Fue una delicia pasear por los patios interiores, sentarse en sus bancos a leer. El personal es muy profesional. Están siempre pendientes de todas tus necesidades, sobre todo los chicos de recepción.
Nuestra habitación era de las baratas, de las que están en la zona azul, pero estaba muy bien. Era una habitación amplia, luminosa, decorada con toques muy andaluces.
El cuarto de baño tenía baño y bañera, cosa que no encuentras en muchos hoteles. Cada vez me encuentro con más hoteles cuyos cuartos de baño sólo tienen una ducha, muy moderna, pero le falta una bañera para que yo me pueda dar un baño relajante.
El desayuno fue correcto. No es que hubiera manjares que te enamoraran el paladar, pero salías sin hambre del buffet después darte una comilona mañanera de bollería industrial y café sabroso.
Os recomiendo las Casas de la Judería en Sevilla. Están en la Calle Santa María la Blanca, 5, a un paso de todos los sitios de mayor interés turístico de la capital andaluza. Esto es una gran ventaja para las personas a las que nos gusta ir andando, sin necesidad de llevar tu coche o desplazarte en transporte público.
En total hay 27 casas, todas con sus patios, con sus azulejos, sus arcos interiores, sus pasillos laberínticos. Me recordaron mucho las corralas madrileñas de otros tiempos. Están bien, pero podrían estar mejor si les hicieran una reforma. Por ejemplo, los muebles se ven muy antiguos. Con una mano de barniz estarían mejor. También los sanitarios de los cuartos de baños necesitarían un cambio. Pese a esa necesidad de reformas, las Casas de la Judería en plena judería sevillana son muy recomendables para pasar unas vacaciones distintas.