Madrid me parece una ciudad cara. Si te descuidas un poco y te metes en un bar inadecuado puedes salir con un puñal clavadito en la espalda por una simple cerveza o un refresco. Sin embargo eso no os va a pasar en el museo del jamón, donde las bebidas tienen un precio adecuado y las raciones son de lo mas asequible.
El Museo del Jamón tiene varios locales repartidos por el centro de Madrid, pero a mi el que más me gusta es el de la Calle Mayor. Siempre que he ido está hasta los topes y siempre ves a extranjeros pidiendo raciones o bocadillos de jamón. Para ellos el jamón está buenísimo. Para los españoles es un jamón serrano que no está del todo mal, sobre todo teniendo en cuenta el precio y es que el bocadillo de jamón cuesta un euro y con él te quedas bien saciado. Cargadito de jamón serrano y del tamaño de un tercio de una barra de pan.
El local tiene comedor, en el que nunca he estado, y varias barras y es que se accede desde diferentes calles. La verdad es que es perfecto para el turista, que anda perdido por esas calles cámara (ahora más bien móvil) en mano y lo que quiere es algo rápido para seguir su visita.
Entre las raciones encontramos platos de embutidos, quesos, croquetas, ensaladas, alitas e incluso platos combinados.
El sitio es barato, aunque si pides lo más básico como el vino de la casa o la cerveza de barril verás que es barato porque no es que sea de lo mejorcito. Sin embargo no puedes quejarte porque te dan lo que pagas.
El servicio no se caracteriza por su simpatía, quizá es que cobran por la sonrisa, pero son eficaces y es lo que yo pido en un restaurante. Para divertirme me sirve con la gente con la que voy.
Aparte del servicio de restaurante y barra el Museo del Jamón cuenta con una enorme sección de charcutería al corte donde puedes comprar embutidos y quesos de todas las calidades a precios muy buenos. Además está la opción de la comida para llevar, a base de bocadillos de embutidos, bollos dulces y salados y hasta el bocata de calamares, que tanta fama tiene (que no le veo yo la gracia, donde estén las rabas de Cantabria, que se quiten los calamares)