Conocí el Waldorf Astoria Hotel en Nueva York hace años durante una visita a la Gran Manzana con mis padres. Mi madre me llevó a verlo en una excursión organizada. Me dije que un día me iba a alojar en aquel maravilloso hotel con un hall central con columnas, dorados y terciopelos. Lo conseguí hace cosa de un mes.
Nos dieron una habitación grande muy de palacio, decorada en tonos crema. Me gustó la cama. Eran enorme y muy cómoda. Los suelos no fueron tan de mi agrado porque eran de moqueta y a mí la moqueta siempre me dio sensación de suciedad, aunque aquella moqueta estaba impoluta. Teníamos wi fi gratis, lo más importante para mí. El televisor era de plasma y enorme. Había un armario que me quedó pequeño y un escritorio que podía haber sido más grande. Soy una mujer que necesita espacio para trabajar y más espacio necesito si tengo que compartir despacho con mi chico.
El cuarto de baño también estaba impoluto. Nos dejaron suficientes geles y champúes y suficientes toallas.
Las habitaciones no son iguales. Yo me quedé con una de las más modernas. Mi chico, en cambio, quería una en color azul que me parecía triste. A mis hijas les daba igual. Ellas son unas niñas que tanto le da alojarse en un hotel del centro de Nueva York o en un camping. Son muy apañadas.
Os recomiendo el Waldorf Astoria Hotel en Nueva York para hacer turismo por la Gran Manzana. Es un hotel que te queda a un paso de todos los sitios de interés. A mí me gusta mucho lo luminoso que es. hasta la habitación decorada en tonos azules era tremendamente luminosa. Los salones comunes son preciosos. Nosotros no nos quedamos a comer. Ni siquiera desayunamos en el hotel. Como no nos entraban los desayunos ni las comidas en el precio, preferimos ir a comer fuera. Mi chico decía que nos salía más barato.