Estoy encantada con la Impresora fotográfica de bolsillo HP Sprocket porque me permite imprimir las fotografías en cualquier sitio. Se ha convertido en un indispensable en mi bolso de viaje. Es una maravilla poder imprimir las fotos en el hotel sin esperar a llegar a casa para tenerlas en papel. Yo soy muy de fotos en papel. Me gustan las fotografías de toda la vida. Por eso tengo un montón de álbunes ocupando estanterías en mi casa.
La Impresora fotográfica de bolsillo HP Sprocket tiene tecnología Zink sin cartuchos. Esto te permite ahorrar dinerito porque no tienes que comprar cartuchos. Mi chico dice que es lo más moderno que hay en impresoras. Yo la compré por lo práctica que resulta. La modernidad es una característica secundaria en este caso. Lo importante es que me resulta fácil de utilizar y no tengo que comprarle cartuchos.
La había en rojo, blanco y negro. La compré en rojo. Era la más bonita. La blanca es un poco manchadiza y la negra fúnebre total. Yo necesito colores alegres a mi alrededor para no caer en la depresión.
Me costó 139 euros. No es nada barata. Menos mal que me ha salido muy resistente. Está viajando conmigo más que los baúles de Concha Piquer. La desventaja que le encuentro es que no siempre me resulta fácil encontrar el papel fotográfico que necesita para imprimir. Cuando estoy en mi ciudad compro varios paquetes para que no me falte. Es bastante caro. Cada paquete de papel fotográfico HP Zink cuesta 11,90 euros. Deberían venderlo más barato. Probé a imprimir con otro papel más barato, pero no me funcionó el invento adecuadamente. Hay que utilizar el papel fotográfico que está indicado para esta Impresora fotográfica de bolsillo HP Sprocket.
Os la recomiendo. La Impresora fotográfica de bolsillo HP Sprocket es pequeñita, como un estuche de lápices Alpino, pero más gruesa.