Dan Brown se estrenó en la literatura con “La fortaleza digital”, libro que publica el año 1998, antes de publicar la novela que lo catapultó a la fama mundial. Me refiero a "El Código Da Vinci".
Susan Fletcher, es una criptógrafa de la NSA o Agencia de Seguridad Nacional de Estados Unidos. Su jefe le dice que ha sido interceptado un código secreto. ¿Qué hacer? Destruirlo. Es muy importante que no caiga en manos de terroristas.
Esta carrera contrarreloj lleva la trama de la novela a Sevilla. Allí aparece un cadáver que puede tener alguna relación con el caso del código intereptado. El novio de Susan, David, se suma a la investigación. Llega a enfrentarse al asesino en Sevilla, en plena calle. Su novia también tiene problemas: su trabajo en la agencia está siendo cuestionado.
Son una pareja curiosa. El joven David es un profesor de idiomas de la Universidad de Georgetown que no anda sobrado de dinero y por eso tiene que redondear ingresos haciendo traducciones para organismos nacionales. Susan es una joven cuya madre ya trabajó para la agencia y que ha mejorado bastante físicamente, dejando atrás un corrector dental y otros defectillos personales. Estos dos se nos prometen en matrimonio. Pero antes de pensar en una vida común deben hacer frente al reto profesional que tienen entre manos.
La novela con capítulos cortos y muchos datos técnicos se lee bastante rápido pese a tener casi 500 páginas.
La novela no deja quedar nada bien a España. Comentarios negativos sobre la policía española, sobre los hospitales y datos incorrectos, por ejemplo cuando se refiere al zumo de arándanos, son muestras de una mala documentación. Brown no ha estado muy fino.