He estado en este hotel y lo único bueno que puedo decir es que estructuralmente no se cae a pedazos, porque el resto es como para echar a correr y no mirar atrás. La gente que manda son unos ineptos totales ya que tenían al personal muy desorganizado, el cocinero olía a alcohol y se le notaba muy "alegre" y "enrojecido", y los de la recepción fueron increíblemente bordes y me tuvieron esperando cerca de cuatro horas para hacer la factura. La comida asquerosa, y las habitaciones pequeñas y sucias. Para nada lo recomiendo...