El Hotel Cala Galdana Hotel & Villas D'aljandar el bien ubicado en Menorca que te causa buena impresión desde que entras en su amplio vestíbulo. Allí te reciben los empleados de recepción con toda amabilidad.
Al lado de la recepción hay una conexión a Internet con seis ordenadores al uso y disfrute de los huéspedes del hotel. Yo prefiero conectarme desde mi habitación, pero me pareció muy práctica esta conexión para matar el tiempo mientras nos subían el equipaje a la habitación.
No necesitamos mucho ascensor porque nuestro cuarto estaba en el primer piso, donde también estaba el comedor donde servían desayunos, comidas y cenas.
Es un hotel que ha optado por una decoración clásica. Colores claros, una sala con un piano que te recuerda viejos tiempos.
Nuestra habitación era sencilla, sin lujos, pero con todas las comodidades necesarias. Aire acondicionado, televisión vía satélite, una cama doble y un pequeño balcón.
El cuarto de baño lo encontramos muy limpio. Tenía una ducha, secador de pelo, kit de aseo bien surtido que incluía una crema para el cuerpo.
Pudimos comprobar que la limpieza era muy buena. Cambiaban todos los días las sábanas y las mantas las retiraban cada dos días.
Es un hotel bastante grande. Tiene 280 habitaciones y también cuenta con unos bunglows.
Tanto el desayuno como la cena eran tipo bufet o, como dice mi marido, "sirvase usted". El salón donde los servían tenía unas vistas preciosas al jardín y a la piscina.
Las comidas eran aceptables, mejores de lo que yo esperaba. Nos sirvieron una paella que contentó a mi marido, quien nunca encuentra un arroz a su exquisito gusto. Lo mejor del desayuno era el pan recién hecho. Era delicioso, calentito, blandito, como a mí me gusta. La bollería era muy abundante, desde cruasanes hasta pasteles de todo tipo. Bueno, hambre no pasabas, sobre todo si te animabas a comer a primera hora del día huevos y tocino.
Los horarios de tan tempranos. Empezaban a las 7,30 y terminaba a las 10,30. Horarios para extranjeros.
La animación me gustó mucho. Flipé con un espectáculo de acróbatas japoneses que había después de la cena.
También disfrutamos el gimnasio, la sauna y el jacuzzi. Yo me pasé horas en el jacuzzi.
A pocos metros del hotel, unos 100, está la Playa de Cala Galdana. Es una playa de fina arena, muchas tumbonas y mucha gente. Lo que no me gustó nada fue pagar 17 euros por una tumbona. Se pasaron un poco.
En todo caso os recomiendo este hotel que está en la Cala Galdana de Menorca.
El hotel estaba muy concurrido por turistas alemanes, británicos y franceses. Pocos españoles había.