Aunque sea el hotel más grande de Europa, no lo tienen muy cuidado. Esta bien situado ya que está en la calle Bedford junto a Russel Square, y bien comunicado porque cerca hay varias paradas de autobús y metro. Pero para ir andando se tarda un rato, pero se puede hacer perfectamente (40 minutos andando).
Es un hotel muy grande, un completo laberinto de 7 pisos.
El tamaño de las habitaciones es aceptable al igual que la distribución.
Las camas estan en buen estado y son cómodas, además con suficiente ropa.
La calefacción puedes regularla pero muchas veces tienes que apagarla un rato porque hace calor en el hotel, pero el calorcito se agradece en Londres con tanto frío como hace.
Lo malo de la habitación es que no esta muy limpio, cuando yo fui había en uno de los cajones una bolsa de patatas del anterior cliente y estaba lleno de migas, las tazas del té estaban sucias...
El desayuno en el hotel no es abundante hay leche fria, cafe, te o una especie de zumo de naranja... También fruta de tres días, cereales, y tostadas frias.