Lastres es un pueblecito costero que se ha hecho famoso por ser el emplazamiento en el que se rueda la serie del “Doctor Mateo”. Antes de eso yo no había oído hablar de él y es que es bastante pequeño y está un poquito apartado de la autovía, aunque no mucho, apenas 5 kilómetros.
Lastres merece la pena el desvío. El problema es que es muy difícil aparcar ya que todo su centro no es mas que una serie de sinuosas y estrechas callejuelas por las que apenas puede pasar un coche. Además, yo creo que está prohibido, al menos para los turistas y es que algún coche si que vimos aparcado por allí, que digo yo que hay que ser lastreño (no se cual es gentilicio de Lastres) para meter el coche en semejante laberinto.
Y lo peor del pueblecito no es que sus calles sean estrechas, sino la pendiente de las mismas. No hay apenas ninguna que sea horizontal. Casi todas son cuestas pronunciadas o escaleras de altos y estrechos escalones. Eso, sumado al empedrado hacen la visita en tacones prácticamente impracticable (tomad nota chicas, que yo he fastidiado unas botas de piel este fin de semana)
Y tras todas estas pegas, pasemos a las virtudes, que son muchas. Lastres es un pueblecito muy cuco, construido sobre un puerto pesquero y abierto al mar a través de sus playas. Es precioso verlo desde el puerto, con sus casitas escalonadas y típicas, en piedra, con el encanto que sólo este tipo de pueblos puede tener.
Me es imposible imaginarme viviendo en él, en una cuesta eterna para todo. Si quieres ir a la playa hay que bajar cuestas y escaleras mil, para darte de lleno con un mar azul y una preciosa playa de arena fina en la que te quedarás horas simplemente cogiendo fuerzas para volver a subir.
El pueblecito en si no parece tener mucha viva. Quizá en verano hay mas gente, pero en un domingo de noviembre, a las 4 de la tarde todo estaba desierto. La típica vecina cotilla asomada a la ventana a ver quien pasa y el señor que llegó en 4x4 (y lo metió en las calles!!!) para clavar una estaca de una valla. Muchas casas en venta. Un poco triste y deprimente, pero después mirabas el conjunto, con esas vistas al mar, el puerto con sus barquitos, tanto de recreo como de pescadores y descubrías su encanto.
En resumen, el centro de Lastres es para dar un pequeño paseo (hay que estar en forma). Después vuelve a coger el coche para bajar hasta el puerto y das otro paseo por allí. Y por último, por encima del casco hay mas pueblo, el problema es aparcar. Ahí es donde está la zona más comercial, las tiendas para la gente del lugar y algún que otro bar o cafetería para reponer fuerzas tras el paseo.