El Hotel Sandra II está en Suances, Cantabria. Se trata de un tres estrellas que, si bien tiene algunas ventajas, también tiene algunos defectillos.
La principal ventaja son las vistas. Desde la ventana de nuestra habitación disfrutamos de unas vistas preciosas del pueblo. El hotel está en la parte alta, entre las calles Mayor y Paseo del Río.
Tienes toda la tranquilidad del mundo. La playa te queda a kilómetro y medio y el centro de Suances a unos 500 metros.
La habitación que nos tocó era una habitación doble con vistas a la ría y a la pista de tenis. No me gustó nada que la cama fuera un par de individuales unidas. Eso no es una cama de matrimonio para mí. Las camas tuvimos que correrlas un poco porque me resultaba imposible conciliar el sueño con un ventilador de techo sobre mi cabeza. ¿Y si caía? Afortunadamente mis temores no se hicieron realidad. Las paredes estaban recubiertas con madera, lo cual hacía la habitación más calentita y hacía que se ahorraran calefacción.
El televisor era aceptable, pero hubiera preferido un televisor de más pulgadas.
El cuarto de baño tenía bañera y ducha. También encontrabas un secador y un kit de baño no excesivamente sobrado de productos para el aseo.
En este tres estrellas puedes disfrutar de una piscina climatizada de buen tamaño para nadar comodamente sin tropezar con otros nadadores. La piscina está cubierta y se encuentra en un edificio aparte del edificio de las habitaciones.
Me parecieron muy cómodos los sillones del salón, donde podías ver la tele en compañía de otros huéspedes. Si te patecía echar una partida de billar, ya podías ir sqcando el monedero. Tanto el billar como el futbolín funcionaban con monedas.
Yo pasé bastante tiempo jugando al tenis con una amiga. La pista de tenis era fantástica.
Eché de menos la posibilidad de comer en el hotel. Carecía de restaurante para comidas y cenas. En el Sandra II sólo te ofrecen alojamiento a secas o alojamiento con desayuno. Del desayuno tipo buffete no tengo quejas. Bollería variada, tostadas, pan, infusiones, café, zumos,... era lo que te podías servir.
La estancia no nos salió nada cara. Nos cobraron unos 30 euros por habitación con derecho a desayuno.