Suelo jugar al tenis de vez en cuando con los amigos y antes del verano me compré estas zapatillas de Nike para evitar que me sudasen mucho los pies durante el verano en los partidos. Pues bien, son unas de las mejores zapatillas deportivas que me he comprado en la vida.
En primer lugar, algo que dice bastante de la calidad de estas zapatillas es que al ponértelas prácticamente no las notas, se adaptan perfectamente a tu pie y son extraordinariamente cómodas. Esto es algo crucial para evitar roces y lesiones en el pie, sobre todo en el tenis en el que hay que realizar movimientos bruscos de frenado lateral que después de varias horas de juego pueden resultar muy molestos.
Además, tienen una malla transpirable que hace que el sudor no se acumule, lo cual es igualmente importante después de partidos de varias horas. Por si fuera poco, tienen una gran amortiguación, buena estabilidad y son resistentes al agua. Además, tienen una suela lo suficientemente gruesa como para que las piedrecitas y las irregularidades del camino no hagan daño al correr.
En definitiva, una gran compra, unas zapatillas muy bien fabricadas y muy duraderas que realmente valen los 100 euros que cuestan.