En mi periplo en busca de los regalos de navidad recabé en la erfumería y allí hice acopio de un montón de muestras. Muchas me sirvieron para tomar decisiones para regalos y entre ellas estaba la del agua de toilette CH, de Carolina Herrera.
Esta fragancia me ha sorprendido mucho. Tenía una imagen de Carolina Herrera que nada tiene que ver con el olor que me encontré. Es un aroma elegante, casi hasta exquisito, bastante fuerte en sus notas de salida pero que se suaviza enseguida, envolviéndote con una mezcla de jazmín y flor de naranjo.
La salida es realmente intensa, rayando el empacho. Al echarla notas como te invade un aroma dulzón que no me gusta nada, pero que nada tiene que ver con lo que queda en la piel tras varios segundos. Un agradable aroma floral, con un toque cítrico, que viene precisamente de la flor del naranjo, del pomelo y la bergamota. Ese olor se mantiene durante horas, suavizándose poco a poco hasta que se extingue. Es por eso que no me gusta ponerme esta colonia justo cuando voy a salir, sino que prefiero ponérmela un poco antes para que la fragancia que llevo conmigo sea suavecita.
Probablemente lo mejor de CH sea su excelente fijación y, sin ninguna duda, lo peor es su precio. 35 euros por 30 ml no es ningún regalo. Por suerte es una fragancia que me va a durar un montón pues hay que echarse muy poco para notarla y además no es para todos los días. Es para momentos especiales, siempre por la noche, o para días bastante fríos.
Hay tamaños más grandes con una mejor relación tamaño-precio, pero yo me compré la pequeña porque en fragancias un poco dulces prefiero los frascos pequeños por si me canso. De momento no me he cansado, pero sólo la tengo hace un mes, así que no me ha dado ni tiempo.