Lipfinity Colour & Gloss de Max Factor es un labial versátil, tipo dos en uno (color + gloss), que se comercializa en nueve tonos diferentes que van desde los nudes en beige o rosita a los vinos y marrones más oscuros.
La marca.-
Max factor es una firma cosmética que lleva el nombre de su fundador, quien inició su carrera con una pequeña tienda de cosméticos en Estados Unidos con el fin de ayudar a las actrices y los maquilladores del Hollywood de la época.
Promesas.-
En la web de Max Factor se puede leer que proporciona un brillo impactante y una duración de hasta diez horas sin necesidad de retoques.
Packaging.-
Este producto se presenta en el típico tubo transparente característico de los glosses. Contiene 6 mL, 3 mL. de color de base 3 mL de gloss. La presentación es sencilla, pero correcta, cómoda y práctica para llevar en el bolso.
¿Dónde comprarlo?.-
Max Factor es una marca de gran distribución, similar en calidad y precio a otras como L'Oréal o Maybelline, que puede encontrarse fácilmente en perfumerías y grandes almacenes (Mercadona, Carrefour, Hipercor y El Corte Inglés entre otros, cuentan con ella en sus estanterías de cosmética).
Precio.-
Personalmente, lo compré en El Corte Inglés y me costó 13.95 euros.
Modo de aplicación.-
Su aplicador es una esponjita pequeña que permite perfilar perfectamente la boca. Nada que objetar en este sentido. Es un aplicador más que correcto.
El producto se aplica en dos pasos: en primer lugar el color de base y a continuación, una vez seco este tono, para lo cual deben transcurrir un par de minutos como mínimo, se aplica el brillo.
Otro punto a su favor es que es es posible maquillar los labios utilizando ambos por separado.
Mi opinión personal.-
A pesar de que hasta la fecha Max Factor (cuyo slogan es "El maquillaje de los maquilladores"), era una marca cosmética de mi confianza, de la que tenía el concepto de que ofrecía una buenísima relación calidad precio, mi experiencia con este producto ha variado sustancialmente lo que opino acerca de la marca.
El tono que yo tengo es el número 600 (Glowing sepia). Lo que en apariencia es un color beige/marrón clarito tipo nude muy bonito, se transforma en mis labios en un tono marrón más oscuro poco juvenil que no me favorece en absoluto y que, aplicado en solitario, resulta demasiado mate y triste para mi gusto. El gloss, es un poco pegajoso al principio (de manera que corre un poco de aire y ya tienes el pelo pegado en la boca), y resulta demasiado dorado para un maquillaje de día. Eso sí, el brillo no es permanente y si se desea que el brillo dure, hay que aplicarlo mas veces.
Una vez aplicado el color de base (con una sola capa es suficiente), no es necesario renovar su aplicación en 5 o 6 horas. Su duración es realmente buena. Además, con él se puede comer, beber y besar sin miedo a manchar nada ni a nadie. Sin embargo, la sensación de sequedad que provoca en los labios se convierte en tirantez en un rato. El gloss aporta un poco de alivio a la tirantez que ocasiona el primer paso, pero a la vez, tiene una duración más bien escasa en los labios y el color se cuarte enseguida. No es, pues, un labial confortable que dé gusto llevar. Al contrario, detesto esa sensación de sequedad que me deja en la boca.
En cuanto al olor, al aplicarlo en la boca el olor es rico y agradable pero, como en la mayoría de estos productos, este aroma desaparece en unos instantes.
Por lo que respecta a su desmaquillado, no es fácil. El color de base se adhiere a la piel de los labios tan fuertemente que sólo puede eliminarse con ayuda de un producto waterproof. En mi caso, la leche desmaquilladora que utilizo habitualmente no fue suficiente y se me hizo necesaria la ayuda de un poco de vaselina neutra (la del envase rosa de Gal de toda la vida), para lograr su eliminación completa.
En definitiva, Lipfinity Colour & Gloss me ha decepcionado totalmente. Claro que esto me ha sucedido siempre con los labiales permanentes: En principio, son la panacea para mujeres trabajadoras que deben ofrecer siempre un aspecto cuidado y no disponen de tiempo para retocarse el maquillaje pero, en realidad, al cabo de un rato, el color reseco empieza a desaparecer de los labios a trozos, acompañado de pellejitos de la propia boca. El efecto es desastroso y descuidado, justo el contrario del deseable.
Conclusión.-
No lo recomiendo en absoluto porque no vale lo que cuesta. Por este precio o un poco más existen en el mercado opciones más interesantes y de mayor calidad.
Probablemente, sea mejor adquirir un labial y un gloss por separado y utilizarlos según gustos y necesidades, aunque eso implique retoques más frecuentes.