Antes de conocer realmente esta marca, ya me había comprado varias cosas, entre ellas unos vaqueros que me encantaron y me llevé a pesar de su escandaloso precio, alrededor de 100 euros, en rebajas y hace ya unos cuantos añitos.
Los vaqueros me salieron estupendos, me han durado un montón. De hecho, todavía los tengo de fondo de armario aunque su diseño no es de lo más actual pero como todo vuelve a ponerse de moda...
Hoy en dia lo que me llama a atención de Guess no es tanto su ropa como sus complementos, concretamente los bolsos que me tienen embelesada y la bisutería no se queda a la zaga. A la bisutería no he sucumbido ya que no soy mucho de pulseras, colgantes o anillos, pero he sido presa del fervor consumista en lo que al tema de los bolsos se refiere. El año pasado sucumbí ante un precioso bolso de 250 euros. Bastante ponible, resistente, llamativo pero en su justa medida, como todo lo de esta marca. Sus acabados son perfectos, nada de hilos colgando o agujeros que se hacen en el forro a la segunda puesta. Claro, de ahí el precio que te cobran. Una pena que sean tan caros y no pueda comprarme mas para combinar y es que, a pesar de haberme comprado un bolso que combina casi con todo, no me gusta llevarle siempre porque entonces parece perder ese toque de cierta exclusividad, aunque realmente es una de las pegas que le pongo a la marca. Quizá sea porque está de moda, pero es una marca que lleva bastante gente y al final resulta cansino encontrarte con tu mismo bolso o muy similar en manos de otras muchas personas.
En resumen, no es una marca que recomiende para economías medias bajas como la mía, pero no porque no me guste, sino porque es cara. Bueno, no cara realmente pues su relación calidad precio es excelente. Sin embargo, para comprarme algo de esta marca tengo que prescindir de la variedad y limitarme a esto y a mi lo que me gusta es cambiar.