Se trata de la apuesta de Cacique para competir en el sector del ron añejo, y por tanto, del mercado selecto de este licor, mejor dicho, selecto, pues según reza su publicidad, se trata de un ron elaborado, envejecido y escogido, lo que en su cata es perceptible.
Para ello Cacique nos trae un ron de elaboración artesanal, fabricado a partir de la caña de azúcar y agua de manantial.
El agua de manantial es su principal característica distintiva, puesto que se trata de un país continental, ya que los rones isleños no pueden contar con este elemento.
Su botella es de color ámbar, elegante y capaz de sugerir lo exclusivo que guarda en sus entrañas.
Al proceder a su apertura y llenado de nuestra copa, nuestra nariz percibirá un agradable olor a fruta madura y madera, mientras que nuestros ojos comprobaran la similitud del color ambarino de su botella con el del líquido que contiene, demostrando intensidad y una perfecta armonía de sabores dulces y amargos.
Es un ron ideal para combinar y aunque os sintáis atraídos por el vulgar Cuba Libre, os invito a experimentar con el combinado que bebe el maestro ronero de Cacique, que es el ron con tónica y corteza de naranja. Sencillamente exquisito.
Su precio es algo prohibitivo, poco más de 18 euros la botella de 750ml., pero si eres aficionado al ron, seguro que te merece la pena.